“Tú eres la primera educadora de tu hijo”: el modelo de Fundación Familias Primero que empodera a madres y transforma comunidades desde la primera infancia

ENEL
Diario Sustentable
Diario Sustentablehttps://www.diariosustentable.com/
Contamos historias que merecen crecer. Pensamos diferente y elegimos creer en las personas, comunidades y organizaciones, las grandes y las que están empezando ahora en la mesa de un café, pero que van a cambiar el mundo.
ENEL
NESTLÉ
++BETTER
PEFC

¿Qué pasaría si cada niño o niña tuviera un adulto que creyera en su talento desde el comienzo? Fundación Familias Primero lleva una década respondiendo a esa pregunta con hechos: acompañando a miles de familias de contextos vulnerables para que se conviertan en el primer y más importante motor de desarrollo de sus hijos.

En un país donde la pobreza infantil sigue marcando trayectorias de vida, esta fundación propone un círculo virtuoso que parte en la primera infancia, se fortalece con el liderazgo femenino y se expande a la comunidad entera. Su programa Kinder Power —implementado ya en 82 colegios— entrega semanalmente tutorías personalizadas a más de 2.000 familias. Con libros, juguetes y herramientas, se modelan vínculos, hábitos y confianza, demostrando que educar también es abrazar.

“Independiente del contexto que la vida te ha puesto, tú eres la primera educadora de tu hijo”, afirma Anne Traub, directora ejecutiva de la fundación. “Y nosotros estamos aquí para acompañarte en ese viaje”.

Lo más poderoso es que muchas de esas madres, luego de vivir el proceso, se convierten en líderes comunitarias. A través del programa Mujeres Power, se capacitan en habilidades socioemocionales, fomento lector y liderazgo, y luego se transforman en tutoras de talleres de lectura para niños durante vacaciones. Así, el aprendizaje no se detiene y la comunidad se vuelve un entorno seguro, activo y con sentido.

Los impactos ya son medibles. Entre marzo y diciembre, los niños muestran avances significativos en desarrollo cognitivo y socioemocional, mejoran sus vínculos familiares y, además, tienen una asistencia escolar 9 puntos porcentuales superior al promedio. Y todo esto ocurre antes de que lleguen siquiera a primero básico.

“Soñamos con que ningún niño esté solo en vacaciones, ni frente a una pantalla ni en un semáforo. Queremos que estén aprendiendo, divirtiéndose y sintiéndose cuidados por su comunidad”, añade Anne.

La fundación también ha trabajado junto a empresas como Colbún, Caleta Bay y Grupo Ijuelas, demostrando que cuando se articula lo social con lo empresarial, el impacto se multiplica. “Más que recursos, lo que necesitamos son articulaciones: espacios, voluntarios, redes. Las soluciones existen y son posibles”, enfatiza Traub.

En tiempos de desconfianza, Familias Primero también es un ejemplo de transparencia. Desde 2019 cuentan con una plataforma de control de gestión que permite seguir el uso de cada recurso invertido, tutoría por tutoría. Un modelo replicable y escalable que responde al llamado urgente de profesionalizar la gestión social sin perder humanidad.

¿Y qué falta? Invertir con fuerza en educación temprana, en parentalidad, en salacuna. “Tenemos que dejar de mirar la educación solo desde la universidad. Si queremos romper el ciclo de la pobreza, tenemos que partir en los primeros seis años de vida”, concluye.

Porque nadie educa solo. Porque creer en una madre es creer en un país. Porque cuando el amor se organiza, la transformación es inevitable.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

NUESTROS SOCIOS

LO ÚLTIMO