El desarrollo de la monitorización medioambiental

ENEL
Diario Sustentable
Diario Sustentablehttps://www.diariosustentable.com/
Contamos historias que merecen crecer. Pensamos diferente y elegimos creer en las personas, comunidades y organizaciones, las grandes y las que están empezando ahora en la mesa de un café, pero que van a cambiar el mundo.
ENEL
NESTLÉ
++BETTER
PEFC

La época actual es una en la que los cambios en materia medioambiental son más intensos e imprevisibles. Tradicionalmente, los científicos y otros responsables estudiaban dichos cambios y sus posteriores consecuencias principalmente sobre el terreno, con métodos que implicaban muestreos, observación directa y recopilación manual de datos. Esta forma de estudiar resultaba muy costosa en tiempo y dinero.

Aunque este método todavía es relevante en determinadas condiciones, los avances tecnológicos han ayudado a transformar el modo en el que vigilamos el medioambiente. Los análisis son ahora más rápidos y precisos gracias a, entre otras cosas, las imágenes de satélite en vivo con acceso a datos multiespectrales.

 El papel de los estudios de campo

Los estudios de campo han sido el método estándar de los estudios relacionados con la ecología y el medioambiente durante mucho tiempo. Las investigaciones sobre el terreno sirven para evaluar parámetros diversos, como la salud de la vegetación, los cambios que se producen en una misma zona en las diferentes estaciones del año o para estimar la población de diferentes especies animales.

Los estudios de campo siguen siendo relevantes y sus resultados se usan habitualmente para favorecer la toma de decisiones y validar datos o estimaciones obtenidos en otros momentos temporales o a través de fuentes alternativas. Sin embargo, el trabajo sobre el terreno de los estudios de campo está marcado por numerosos retos.

En primer lugar, los investigadores deben conseguir todos los permisos y licencias necesarios antes de poder acudir al lugar en cuestión, algo que puede demorarse durante semanas o meses en función de la velocidad de la administración local. Una vez sobre el terreno, los investigadores deben ceñirse a las normas y directrices de su sector, asegurándose de cumplir con la legislación y los códigos de prácticas pertinentes.

Una vez el estudio está en marcha, los mayores problemas radican en la cobertura de los datos, que está principalmente limitada al área de estudio y no necesariamente refleja lo que sucede en zonas colindantes, o lo poco práctico que resulta el realizar un seguimiento constante, sobre todo en zonas remotas o incluso peligrosas.

El auge de la teledetección

Una vez el espacio empezó a estar disponible para todos, y no solo era para uso militar, la teledetección se convirtió en una herramienta casi indispensable, debido a las oportunidades que ofrece. Se entiende por teledetección al uso de tecnología satelital o aérea que dispone de sensores capaces de monitorizar características de la superficie terrestre sin estar presente en esa zona.

Una de las mayores ventajas de la teledetección es la cantidad de fuentes de datos disponibles, tanto gratuitas como de pago. Las imágenes satelitales, con diferentes resoluciones según la fuente, pueden adquirirse en función de las necesidades concretas de cada caso. Disponer de datos de archivo también facilita las labores de investigación y monitorización, ya que ayuda a descubrir patrones y analizar tendencias en un determinado periodo de tiempo.

Dado que algunas características no son perceptibles a simple vista, los satélites modernos cuentan con sensores avanzados, capaces de tomar imágenes multiespectrales e hiperespectrales. Otros sensores útiles son los sensores radar, que pueden tomar imágenes incluso con condiciones meteorológicas adversas, o los sensores LiDAR. A estos sensores se les une herramientas adicionales, como los índices de vegetación, muy usados no solo en para evaluar la monitorización, también en agricultura y silvicultura.

Usos de la teledetección en ecología y conservación del medioambiente

Las aplicaciones de la teledetección son diversas y, principalmente, a gran escala. El uso más habitual de la teledetección en la vigilancia del medioambiente es la monitorización a gran escala y no invasiva de grandes extensiones de terreno, incluso continentes enteros, y de zonas protegidas sin perturbar a las especies que lo habitan. Esto permite llevar a cabo un seguimiento de las poblaciones de determinados animales, los patrones de migración o identificar posibles problemas con la caza ilegal.

Las imágenes de satélite en tiempo real se usan para evaluar la salud del ecosistema y descubrir una posible degradación, bien por efecto de determinadas actividades humanas o por culpa del cambio climático. Al identificar estas zonas con rapidez y precisión, es posible desarrollar estrategias de conservación y enfocarlas a las zonas más necesitadas. El ejemplo más claro está en la Amazonía, el bosque tropical más extenso del mundo, que sufre una degradación acelerada a causa de la tala ilegal.

No menos importante es la predicción de riesgo meteorológico y desastres naturales. El cambio climático ha hecho más imprevisibles y destructivos estos fenómenos, por lo que identificar las zonas potencialmente afectadas y desarrollar sistemas de alerta temprano pueden marcar la diferencia a la hora de minimizar en términos de evacuación o daños materiales. Por ejemplo, las imágenes satelitales en tiempo real y el uso de aprendizaje automático ayuda a detectar zonas donde la sequía y la degradación del suelo aumenta el riesgo de incendio forestal.

La monitorización medioambiental ha avanzado de forma notable durante los últimos años, pasando de depender casi en exclusiva de los estudios de campo a también disponer de herramientas digitales que han mejorado la capacidad del ser humano por comprender y proteger el medioambiente. Al combinar tradición e innovación, a medida que la tecnología avanza, seremos capaces de proteger mejor nuestro planeta.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

NUESTROS SOCIOS

LO ÚLTIMO