Un aerogel natural, hecho con residuos agrícolas, podría revolucionar la exportación frutícola chilena.
En un momento en que el cambio climático y los residuos plásticos exigen soluciones urgentes, un equipo de científicos de la Universidad Católica del Maule (UCM) ha dado un paso adelante. A partir de restos vegetales del agro, desarrollaron un biopackaging compostable e inteligente que combate hongos, reduce el etileno y retrasa la putrefacción de la fruta de exportación.
La innovación, impulsada desde el Centro de Biotecnología de los Recursos Naturales (CenBio) y financiada por el Gobierno Regional del Maule a través del Fondo FIC-R, no solo reutiliza desechos del agro, también reemplaza materiales petroquímicos y protege los envíos chilenos frente a retrasos logísticos que pueden traducirse en millones en pérdidas.
“Estamos generando un material que reutiliza residuos frutícolas y reemplaza el embalaje tradicional, con una propuesta que aporta soporte mecánico, efecto antifúngico y control del etileno”, explicó Rodrigo Andler, investigador líder del proyecto.
Tecnología verde desde la raíz
El biopackaging se fabrica a partir de celulosa extraída de residuos de manzana, sometida a un proceso de ultrasonido, congelamiento y liofilización. El resultado: un aerogel ultraliviano, altamente poroso y compostable. Gracias a su estructura, absorbe el etileno —gas responsable de la maduración— y libera de forma controlada aceites esenciales naturales que inhiben hongos como la Botrytis cinerea.
En pruebas en cámaras de simulación, se logró reducir el etileno en hasta un 20%, extendiendo la vida útil de la fruta y disminuyendo el riesgo de pérdida postcosecha.
“El secado por liofilización conserva la estructura porosa del aerogel, lo que nos permite un control ideal para aplicaciones en exportación frutícola”, agregó Andler.
Innovación con impacto regional y global
Esta iniciativa responde a una necesidad urgente del sector exportador: evitar las pérdidas por descomposición de la fruta en tránsito, y a la vez avanzar hacia una cadena de valor más sustentable y libre de plásticos.
El Gobernador Regional del Maule, Pedro Pablo Álvarez-Salamanca, destacó la proyección de la tecnología:
“Este biopackaging es una solución concreta para la agroindustria. Impulsa la innovación, aporta al medio ambiente y promueve el desarrollo económico local con impacto internacional”.
Empresas como Surfrut Ltda. y Olivos Exportaciones ya están colaborando en pruebas reales, entregando residuos y validando el material en condiciones de exportación. El objetivo ahora es escalar la solución y licenciar la tecnología a empresas frutícolas.
“El futuro del embalaje está en soluciones biodegradables y eficientes, con ciencia desarrollada en regiones que responden a desafíos globales”, concluyó Andler.