El encargado de Category Development de Nestlé Chile comparte cómo la bicicleta no solo le ahorra tiempo, sino que también le da una nueva energía para enfrentar cada jornada.
Para Joaquín Casari, moverse en bicicleta va más allá de un simple medio de transporte: es una forma de reconectar con la ciudad y con uno mismo. “Me da tranquilidad y me relaja. Es una pausa entre la casa y la oficina que me ayuda a desconectarme del trabajo”, cuenta.
Desde hace un tiempo, eligió dejar el auto y el transporte público para subirse a la bicicleta. Su motivación fue clara: aprovechar el trayecto al aire libre y aportar, aunque sea con un gesto pequeño, a disminuir la congestión y la contaminación. “Cuando veo los autos atrapados en el taco, pienso: qué bueno estar en bici”, dice.
Parte de su bienestar
Gracias a que vive relativamente cerca de la oficina, Joaquín aprovecha la bici como una herramienta para optimizar su tiempo y su bienestar. “Llego más rápido, evito tacos y parto el día con otra energía. Se ha vuelto parte de mi rutina”.
También valora que en Nestlé existan espacios habilitados y seguros para dejar su bicicleta, algo que considera clave para fomentar este tipo de movilidad en más personas.
Los desafíos del camino
No todo ha sido pedaleo tranquilo. Alguna rueda pinchada o el cruce con un conductor poco amigable son parte del paisaje ciclista urbano. También reconoce que el frío matutino puede ser un desafío, pero asegura que con la ropa adecuada es posible adaptarse.
“Lo importante es moverse con precaución, a la defensiva. A veces cuesta salir, pero andar en bici te recompensa”, reflexiona.
Un consejo para quienes están pensando en cambiar su forma de moverse
“Que se animen. Andar en bici hace bien, tanto física como mentalmente. Es una forma de despejarse, cortar con el ritmo acelerado del día y reconectar con el entorno. Después de un tiempo, se vuelve costumbre”.