Refashion genera externalidades positivas en torno a las personas y el medio ambiente. Si una camiseta que alguien se puso sólo 2 o 3 veces se pone en circulación y la utiliza otra persona, se está ahorrando el 80% de la huella de carbono de esa prenda y los mil 500 litros de agua que cuesta confeccionar, por el algodón que consume.