Emprendedores crean empresa poseedora de un potente software capaz de hacer predictiva la sustentabilidad de una empresa, “desde la cuna a la tumba”, minimizando sus riesgos, reduciendo costos y mejorando el cumplimiento de las normas ambientales.
La política energética de Chile ha ido evolucionando en los últimos años, derivando a directrices que incentivan el desarrollo de energías limpias, principalmente de Energías Renovables No Convencionales (ERNC). Todo esto ha logrado influenciar al sector privado a optar por tecnologías limpias para sus propios suministros energéticos, viendo esto como un valor a largo plazo.
Es en ese contexto que CYCLO, una innovadora propuesta liderada por jóvenes chilenos, vio la necesidad de optimizar la gestión de sustentabilidad de las empresas y que gracias al llamado “enfoque de Análisis de Ciclo de Vida” (ACV), es posible cuantificar el impacto ambiental de un proceso, producto o actividad de cualquier empresa.
“Decidimos crear un software que use el ACV para medición de huellas ambientales y no sólo gases efecto invernadero, sino también agotamiento de recursos fósiles, agotamiento de suelos y de recursos hídricos, eutrofización, entre otros”, explica Gabriela Quintana, ingeniero de proyectos en CYCLO.
Uno de los factores de innovación y que los hace ser pioneros en el sector, es ofrecer un software amigable para el usuario, bastante intuitivo y que puede ser usado por cualquiera sin necesidad de ser experto. Además maneja todos los compromisos ambientales y permisos sectoriales, realiza seguimiento en tiempo real de comunidades y stakeholders, optimiza la gestión de residuos y reporta la huella ambiental de procesos o productos.
En ese sentido, Felipe Célèry, reconocido académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile y socio fundador de CYCLO, afirma que “Chile tiene la capacidad para levantar más proyectos energéticos logrando el desarrollo de diversas tecnologías de generación energética resguardando el cuidado ambiental”.
Si bien un proyecto de ERNC disminuye considerablemente las emisiones, estos no están exentos de producir contaminación durante la construcción, funcionamiento y al final de su vida útil. Por ello es que usando la metodología ACV se pueden identificar los procesos de mayor impacto ambiental y tomar decisiones en pos de disminuir dichos impactos”, explica.
Finalmente, todas las categorías utilizadas por CYCLO están consensuadas a nivel internacional y se rigen bajo las normas ISO 14040 y 14044. Esto quiere decir que mientras este análisis sea riguroso y esté validado por expertos en esta metodología, es posible obtener una métrica común con el resto del mundo.