Según cifras del Programa de las Naciones Unidas por el Desarrollo (PNUD), a nivel mundial más de 800 millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día. Muchos de ellos no cuentan con acceso a alimentación y agua potable, y se enfrentan a diario a condiciones de pobreza multidimensional[1], que en la mayoría de los casos estanca el desarrollo de las nuevas generaciones.
Cancelar la realización de la COP25 en nuestro país fue una medida esperable, dado el contexto por el que atraviesa el país, con tantas demandas que aún no logran canalizarse.
La primera certificación de comercio justo (Max Havelaar en 1988) se creó básicamente para aumentar las ventas de los pequeños agricultores a través de los canales de comercialización convencionales: los supermercados.
Hoy día nuestro país vive momentos difíciles, y se hace inminente consensuar soluciones concretas a corto plazo, para atender las necesidades más urgentes, de bienestar de las personas, mirando al mismo tiempo al país que queremos para el futuro, donde haya unidad y paz.
No cabe duda, a la luz de los acontecimientos que estamos viviendo, que el sistema económico-político que se implantó en el país hace décadas, debería llegar a su fin, producto de la evidente disconformidad de la ciudadanía, independiente de su color político, debido a sus resultados en diversos ámbitos.
Para lograr en una empresa o pequeña compañía una cultura preventiva, en primer lugar, es necesario que todos sus miembros compartan un conjunto de costumbres y creencias de seguridad y salud.
Si bien nuestro país solo representa el 0,25 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero al 2016, se sitúa dentro de los diez más afectados por riesgos climáticos.
En Chile, actualmente la ciudadanía no confía en las instituciones, principalmente por el modelo de distribución de los recursos. Esta situación ha llevado a que el sentir popular sea de injusticia y de falta de igualdad, no sólo económica, sino que también en las oportunidades, las que deberían ser equitativas para todos los chilenos.
Los hechos que hemos visto durante los últimos días en nuestro país, poniendo en el centro el descontento social y no en los actos delictuales, surgieron a raíz del alza en el precio del Metro, sin embargo, ¿fueron los 30 pesos en el valor del pasaje lo que desembocó esta gran crisis? Sin duda, no.
Las cifras son claras. Según datos de la ONU, entre el 25% y 30% del total de los alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia, lo que equivale a cerca de 1.300 millones de toneladas al año, causando pérdidas de unos 680 mil millones de dólares en los países industrializados y de 310 mil millones en los países en desarrollo.