Una de las actividades más relevantes de la inauguración de Water Week Latinoamérica fue la entrega de resultados del estudio “Radiografía del agua: Brecha y Riesgo Hídrico en Chile”, primera publicación de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030. Esta buscó identificar los territorios con potencial falta de agua y posibilidad de sufrir daño social, ambiental y/o económico debido a la cantidad y calidad de agua disponible. Los insumos generados permitirán elaborar propuestas de soluciones concretas costo-efectivas que permitan alcanzar los escenarios hídricos deseados.
Entre las principales tendencias que ésta dejó en evidencia destacan: una importante magnitud del déficit de agua, reducción de las principales reservas y un incremento de desastres y aluviones en el siglo XXI.
El estudio fue desarrollado durante 16 meses, con la colaboración de 40 instituciones, 150 personas y 27 expertos nacionales e internacionales. La publicación presentó brechas hídricas, zonas vulnerables, territorios con mayor riesgo hídrico y proyecciones a partir de la escasez, entre otros aspectos técnicos. El desarrollo de la “Radiografía del agua”
La quinta versión de Water Week Latinoamérica 2018 (WWLA) arrancó ayer en el GAM dando a conocer los resultados de la publicación “Radiografía del agua: Brecha y Riesgo Hídrico en Chile” de la iniciativa Escenarios Hídricos 2030, que deja en evidencia la crítica situación del recurso en el país.
Water Week LA 2018, organizada por Fundación Chile, y que se ha posicionado como una instancia regional clave en materia de agua contó con la presencia del Ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine; Patricio Meller, presidente de Fundación Chile; Marcos Kulka, gerente general Fundación Chile; Andrés Pesce, gerente de sustentabilidad y Nuevos Negocios FCh; Fernando Miralles, experto hidrólogo e ingeniero de recursos hídricos BID y Universidad de Maryland; y representantes de los sectores productivos.
En la inauguración, el Ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, enfatizó que “el diseño y la aplicación de la política hídrica será uno de los pilares centrales de nuestra gestión en el Ministerio de Obras Públicas. Un tema que el escalamiento de las necesidades y el calentamiento global hacen cada vez más prioritario. El agua es vida y desarrollo”.
El análisis de la publicación que se dio a conocer pone énfasis en dos aspectos: brecha hídrica -comparación entre la oferta y demanda de agua- y riesgo hídrico, que aborda el déficit– que se analiza en cuatro dimensiones SPEI, niveles de pozos, caudales superficiales, glaciares-, exceso y calidad del agua. La metodología de brecha hídrica aplicada en 25 de las 101 cuencas, donde se contaba con buena información, fueron clasificadas en cuatro categorías de Brecha Hídrica: bajo, moderado, medio y alto.
La subgerente de sustentabilidad de Fundación Chile y líder del equipo de coordinación de Escenarios Hídricos 2030, Ulrike Broschek, destacó “el compromiso y colaboración de las más de 40 instituciones que han aportado al desarrollo de la Radiografía del Agua. La integración de estudios existentes, nuevas metodologías y datos aportados por las instituciones permiten hoy -luego de 16 meses de trabajo intenso- señalar a los tomadores de decisión las zonas más críticas y el tipo de problema que éstos enfrentan para la priorización en materia de designación de recursos e inicio de implementación de soluciones concretas”.
En esta misma línea, y según lo analizado en esta publicación, el presidente de Fundación Chile, Patricio Meller, señaló que “hay una variabilidad hídrica natural, y la disponibilidad de agua no es constante a través del tiempo, sino que está sujeta a factores que no están bajo el control humano. Luego, dado el carácter de perpetuidad de la propiedad de los Derechos de Agua y su inflexibilidad respecto de los caudales otorgados no se ha pensado en la Ley y el Código de Aguas qué hacer respecto las variaciones en las reservas de agua. El Estado no dispone de instrumentos para enfrentar este problema de brecha hídrica creciente”.
Resultados: Oferta referencial
De acuerdo al análisis de la oferta referencial desarrollado, se observó que el agua disponible en las diferentes cuencas hidrográficas nacionales varía y presenta una heterogeneidad importante. En este contexto, la disponibilidad del recurso aumenta conforme se avanza desde el norte hacia el sur del país en un rango que varía entre el 0,01 en la zona norte y 3.480m3/s en cuencas de la zona austral.
Bajo este escenario, en la zona norte, las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo presentan los valores más bajos de oferta superficial y subterránea del país donde destaca las cuencas de los ríos San José, fronterizas Salar Michincha – río Loa, fronterizas salares Atacama – Socompa, Río Salado, río Los Choros, costeras entre río Choapa y río Quilimarí.
Para estimar el consumo de los diferentes sectores productivos se utilizó la metodología de Huella Hídrica directa, desarrollada por la Water Footprint Network (Holanda) y se define “como el volumen de agua fresca apropiada o no devuelta al sistema, tomando en cuenta los volúmenes de agua consumida y contaminada” y se expresa en: Huella Hídrica Azul: volumen de agua utilizada por los diferentes sectores productivos que no retorna al sistema debido a su evaporación, evapotranspiración, incorporación al producto, descarga al mar o queda retenida en el suelo y Huella Hídrica Verde: volumen de agua lluvia utilizada por los sectores productivos que queda temporalmente almacenada en la parte superficial del suelo o en la vegetación.
Las regiones de la zona centro-sur son las que concentran el mayor consumo de Huella azul a nivel nacional, destacan las regiones del Maule (50 m3 /s); O´Higgins (46 m3 /s); y la Región Metropolitana (36 m3 /s). En contraposición, las regiones del Biobío, Araucanía y Maule y Los Ríos, son las que poseen mayor consumos y dependencia de Huella Hídrica verde.
Brecha Hídrica
Chile aparece dentro de los 30 países con mayor riesgo hídrico en el mundo, al año 2025 (WRI, 2015). El análisis pone énfasis en brecha hídrica -según la metodología desarrollada por la Organización Meteorológica Mundial, FAO, avalado por la Unesco y otras entidades referentes- y riesgo hídrico, que aborda la amenaza por déficit, exceso y calidad de agua.
En este contexto, las cuencas que presentan mayor brecha se encuentran en la región de Arica y Parinacota, Atacama, Coquimbo y Valparaíso. De mayor a menor brecha hídrica, las cuencas más afectadas son Río Los Choros, Río La Ligua, Río San José, Río Petorca, Río Limarí, Río Copiapó, Río Quilimarí, Costeras entre Aconcagua y Maipo y Río Elqui.
Por otra parte, las cuencas críticas en orden decreciente por sector son: Sector agrícola: Río Los Choros, Río Ligua, Río Limarí, Río Petorca y Río San José; sector energético: Río Maule y Río Biobío; sector minería: Río Los Choros, Río Salado y Río Copiapó; sector doméstico: Río Los Choros, Río San José y cuencas costeras entre Aconcagua y Maipo.
Demanda Hídrica
El estudio muestra la demanda de agua considerando los derechos de agua, captación, devolución y consumo (Huella Azul y Huella verde). De acuerdo a la publicación, el centro sur-del país lidera el consumo y captación de aguas, el que baja de manera notoria hacia los extremos del territorio nacional. Por industria, la agricultura; agua y saneamiento; y minería lideran el uso de aguas superficiales y subterráneas a nivel nacional.
Sin embargo, cuando se analiza en el territorio la demanda de los diferentes sectores, se observa que el agrícola y el energético, específicamente la hidroelectricidad, presentan la mayor vulnerabilidad para sostener su actual producción, debido a la limitada oferta referencial de agua superficial y subterránea. Como también lo señaló el informe de la OCDE entregado a Chile el año 2016.
La investigación señala que cuando se analizan los Derechos de Agua (DAA) consuntivos permanentes, registrados en el Catastro Público de Aguas de la DGA y actualizados a diciembre de 2017, el comportamiento es similar. Las cuencas hidrográficas con mayores DAA otorgados y registrados son el río Aconcagua, río Maipo, río Maule y río Imperial con 213, 310, 257 y 309 m3/s, respectivamente. Bajo estas mismas consideraciones las cuencas con mayor número de acciones son las del río Maipo, Maule y Biobío.
Si se comparan la captación de agua desde fuentes superficiales y subterráneas con el consumo (Huella hídrica azul), se observa que la mitad del agua extraída por los diferentes usuarios del agua (captación) desde el sistema regresa a éste (devolución) pudiendo ser reutilizada; la otra mitad se consume en los procesos productivos (huella hídrica azul) debido a que se evapotranspira, se incorpora a los productos generados, es trasladada a un lugar diferente de donde se extrajo o se descarga al mar.
En el norte de Chile, el mayor consumo de agua proviene de fuentes superficiales y/o subterráneas (Huella azul) mostrando una alta dependencia a esta fuente de agua. Hacia el sur, cuando el análisis se focaliza en las Huellas hídricas verdes, la dependencia de las aguas de precipitaciones aumenta. La relevancia de esto radica en que la variación de las precipitaciones, además de tener un efecto en la disponibilidad de aguas superficiales y subterráneas, puede afectar aquellas actividades que actualmente dependen de las aguas lluvias.
Las regiones que poseen mayor consumo y dependencia de Huella Hídrica verde son Biobío, Araucanía y Maule. Las regiones con mayor consumo de Huella azul son Maule, Libertador General Bernardo O ‘ Higgins y Metropolitana. En materia de Derechos de Agua (DAA) otorgados, hoy estos superan a nivel nacional en promedio más de seis veces la extracción actual de agua. Respecto a este punto el presidente de Fundación Chile, Patricio Meller, cuestionó el sobre- otorgamiento de Derechos de Agua (DAG).
“En Valparaíso hay derechos de aprovechamiento de aguas consuntivos permanentes que superan 10 veces la cantidad de agua utilizada, esto es un 1.000%. En la Araucanía el sobre-otorgamiento de derechos alcanza al 4.000%, 40 veces más derechos que el agua que se usa. ¿A qué se debe esta inflación? ¿Por qué se dan derechos de aprovechamiento de aguas respecto a agua que no existe y es muy difícil que exista en el futuro?”, cuestionó.
Riesgos
Uno de los criterios abordados para determinar el riesgo hídrico corresponde al Exceso de Agua, que considera la probabilidad de que existan desastres tanto de origen geológico, hidrometeorológico y/o climático, en concreto que exponen a la población, infraestructura y sistemas a sufrir importantes pérdidas, tanto en términos de vidas humanas, económicas, medioambientales y sociales.
En este contexto, las regiones que presentan el mayor número de eventos por inundación entre 1912 y 2017, corresponden a los grandes centros urbanos, como la Región Metropolitana (138), Región del Biobío (81), Región de La Araucanía (81), Región de Antofagasta (79) y Región de Valparaíso (74).
Por otra parte, el mapa nacional de eventos, muestra que las regiones más extremas del país presentan el menor número de registros contabilizados, en especial Aysén y Magallanes. Las otras regiones con menos eventos se ubican en el norte y corresponden a Atacama y Tarapacá.