El sistema implementado por los expertos chilenos logró en la última temporada más de un 90% de efectividad en el control de estos eventos meteorológicos de alto impacto para la industria.
Si bien la tolerancia a las altas temperaturas es muy variable entre especies y genotipos, la inversión en la producción del conocimiento y tecnología para la adaptación a ellas se ha convertido en una prioridad mundial.
Las soluciones desarrolladas bajo el alero de la automatización se han vuelto vitales para casi todas las industrias, y en especial la agrícola, frente a la crisis climática y sequía, fenómenos que se agravan con el inicio de la primavera y el verano producto de las altas temperaturas y falta de lluvia.