La sostenibilidad ya no es un atributo accesorio ni un área aislada dentro de las organizaciones. De cara a 2026, distintas industrias proyectan una agenda marcada por la consolidación de estándares ESG, la adaptación al cambio climático, la economía circular, la innovación tecnológica y un foco creciente en las personas y los territorios. Así lo reflejan las visiones de líderes de empresas como Sodimac, WOM, Seguros SURA, Nestlé Chile y ARAUCO, quienes coinciden en que el desafío está en integrar la sostenibilidad al corazón del negocio.
ESG más exigente y necesidad de confluencia normativa
Desde el sector retail y de la construcción, Juan Carlos Corvalán, gerente de Sostenibilidad y Cumplimiento de Sodimac, anticipa que en 2026 continuará aumentando la presión regulatoria y de mercado en torno a los criterios ESG. “Vemos una mayor presencia de exigencias ESG en instituciones públicas y privadas, como clasificadoras de riesgos, bolsas e instituciones reguladoras, lo que continuará como tendencia”, señala.
Sin embargo, advierte que el escenario aún presenta desafíos relevantes: “Persiste mucha dispersión normativa y una gran necesidad de confluencia entre estándares nacionales e internacionales, como IFRS, DJSI, la NCG 461 de la CMF o SBTi”. En lo ambiental, Corvalán proyecta un protagonismo creciente de la biodiversidad y de las soluciones basadas en la ciencia y la naturaleza, mientras que en lo social y de gobernanza destaca la agenda de derechos humanos, los impactos de la inteligencia artificial y el fortalecimiento de la integridad y la anticorrupción.
Economía circular y brecha digital como ejes estratégicos
En la industria de las telecomunicaciones, Valeria Andía, gerente de Sostenibilidad de WOM, enfatiza que la sostenibilidad seguirá estando directamente conectada con el propósito del negocio. “Nuestro norte es acortar la brecha digital y que la tecnología no deje a nadie atrás, gestionando tanto nuestros impactos positivos como negativos”, explica.
De cara a 2026, Andía identifica a la economía circular como una de las principales tendencias, a través de iniciativas como reciclaje en tiendas, programas de trade in, venta de equipos refaccionados y reutilización de materiales publicitarios. A esto se suma el foco social, con programas de relacionamiento comunitario y talleres de habilidades digitales e inteligencia artificial dirigidos a profesores, estudiantes, emprendedores y comunidades.
Movilidad eléctrica y salud preventiva
Para el mundo asegurador, Arturo Geissbühler, vicepresidente de Seguros en Seguros SURA, proyecta transformaciones profundas tanto en movilidad como en vida y salud. “La evolución hacia un ecosistema de transporte sostenible basado en la electromovilidad será una tendencia cada vez más protagónica, impulsada por el crecimiento de la infraestructura de carga y la adopción de vehículos eléctricos”, señala.
Este avance, explica, está dando origen a nuevas soluciones aseguradoras para vehículos eléctricos, bicicletas y scooters. En paralelo, el aumento de la longevidad consolidará una mirada preventiva e integral de la salud, con mayor énfasis en el autocuidado y la salud mental. “Será clave adaptar los sistemas y desarrollar modelos más flexibles y sostenibles que integren las nuevas necesidades de las personas”, agrega.
Sistemas alimentarios resilientes y combate al desperdicio
Desde la industria de alimentos, Gerardo Imbarack, gerente de Comunicaciones de Nestlé Chile, identifica como una de las grandes tendencias hacia 2026 la construcción de sistemas alimentarios más resilientes, capaces de adaptarse a escenarios climáticos extremos. “Esto implica transformar los modelos agrícolas hacia prácticas que regeneren los suelos, fortalezcan la biodiversidad y mejoren la calidad de vida de los agricultores”, explica.
Otra tendencia clave será el combate a la pérdida y desperdicio de alimentos, entendido como un desafío sistémico que requiere coordinación público-privada y académica. A ello se suma la consolidación de innovaciones vinculadas a proteínas alternativas y alimentos con beneficios para la salud, impulsadas por consumidores cada vez más informados y exigentes.
Capital natural, adaptación climática y desarrollo territorial
En la industria forestal, Soledad Vial, subgerente de Sostenibilidad e Impacto de ARAUCO, plantea que la sostenibilidad en 2026 estará estrechamente ligada a cómo las empresas gestionan su crecimiento y su relación con el capital natural y los territorios. “La sostenibilidad se juega en la ejecución del crecimiento, incorporando desde el diseño variables ambientales, sociales y territoriales”, afirma.
Entre las principales tendencias menciona el desarrollo de productos renovables y soluciones de economía circular, la innovación aplicada al negocio, un enfoque nature positive más operativo y comparable, y una prioridad clara en la adaptación al cambio climático, a través de manejo forestal, gestión hídrica y prevención de incendios. Todo ello, acompañado de un fortalecimiento del desarrollo territorial, la asociatividad y la relación con comunidades y cadenas de valor.
Una agenda común: sostenibilidad integrada al negocio
Más allá de las particularidades de cada sector, las cinco visiones convergen en un punto central: hacia 2026, la sostenibilidad dejará definitivamente de ser un área periférica para consolidarse como un eje estratégico, integrado a la propuesta de valor, la innovación y la toma de decisiones de largo plazo.
