Luis D. Torres, PhD. Profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Nottingham en Reino Unido y Director Asociado de Sustaina Value en Chile.
Hace unos días, la British Standards Institution publicó el primer estándar nacional sobre la esclavitud moderna, brindando orientación a las organizaciones sobre cómo gestionar los riesgos de la esclavitud moderna en sus operaciones, cadenas de suministro y entorno operativo más amplio. Tuve la oportunidad de participar en el proceso de desarrollo de la norma brindando orientación sobre temas relacionados con la gestión de riesgos, reporte y gestión de partes interesadas.
Quizás te estes preguntando qué es la esclavitud moderna y por qué necesitamos un estándar. La esclavitud moderna es un término general que incluye situaciones de explotación que una persona no puede rechazar o abandonar debido a amenazas, violencia, coerción, engaño y/o abuso de poder. Esta puede tomar la forma de trabajo forzoso, servidumbre y trata de personas, entre otros.
Imagina que tienes dos trabajadores, ambos trabajando en condiciones precarias, ganando menos del salario mínimo, y ninguno de ellos obligado o engañado. Sin embargo, solo uno de ellos puede salir libre y fácilmente sin amenaza para sí mismo o para sus familias. Entonces estás frente a un esclavo moderno.
Ahora que estamos de acuerdo en una definición, es posible que todavía te preguntes cómo algo que fue abolido hace mucho tiempo puede ser “moderno”. Bueno, hoy en día no podemos ser dueños de una persona como era posible en la época en que la esclavitud era legal (¡gracias a Dios!). Sin embargo, aún podemos abusar de nuestro poder o usar la coerción para explotar a alguien por beneficio personal. Esto es muy parecido a la esclavitud sobre la que leemos en los libros de historia y vemos en las películas.
Todavía no he respondido a la pregunta de por qué necesitamos un estándar para las organizaciones. Permítanme decirles primero que hoy tenemos más de tres veces el número de esclavos que teníamos durante la trata transatlántica de esclavos (alrededor de 13 millones para entonces). Estimaciones recientes de la Organización Internacional del Trabajo indican que hoy tenemos alrededor de 50 millones de esclavos modernos. Esto es equivalente a una de cada 150 personas en el mundo. En estas cifras se incluyen personas en trabajo forzoso y matrimonio forzado. Lo peor es que en los últimos 5 años el trabajo forzoso ha aumentado en más de 2,5 millones de personas (27,6 millones en 2021 frente a 25 millones en 2016). Estamos fallando.
Desafortunadamente, los esclavos modernos están en todas partes. Producen la ropa que usamos, recogen las frutas y verduras que comemos, buscan en los mares los camarones que ponemos en nuestros platos, excavan en busca de los minerales utilizados en nuestros teléfonos inteligentes y automóviles eléctricos, e incluso construyen la infraestructura para la Copa Mundial de Qatar 2022.
A pesar de la magnitud del problema, la esclavitud moderna es difícil de identificar y controlar. La legislación actual no es tan eficiente como nos gustaría que fuera. Especialmente cuando las cadenas de suministro globales se han vuelto tan complejas. Probablemente tu pantalón ha sido fabricado en Bangladesh, incluso cuando es posible que nunca hayas visitado dicho país. Una norma voluntaria como la publicada por la British Standards Institution viene a complementar la legislación nacional y mejorar la conciencia de que la esclavitud moderna no es un problema del pasado, sino que uno muy presente en la actualidad. También entrega recomendaciones prácticas de cómo prevenir y mitigar el riesgo, así como reparar a las víctimas.
Personalmente, espero que este estándar se desarrolle aún más y se convierta en parte de los estándares internacionales respaldados por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO).
Descargue una copia de la norma aquí. Es gratis.
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