Rayo ofrece a sus clientes opciones flexibles de envío, seguimiento en tiempo real y confirmaciones de recibo, todo con un equipo capacitado, especializado y personalizado.
Eso está transformando la logística del Business-to-Costumer en Chile y sus números lo demuestran: en menos de dos años ya están en 16 ciudades del país, con más de 20 mil despachos corporativos mensuales y ventas por casi 100 millones de pesos mensuales.
Uno de los mayores problemas actuales de las empresas de retail, es poder entregar los productos a sus usuarios en el menor tiempo posible y con la mejor experiencia posible. Esto junto con la inminente llegada de Amazon a Chile, ha generado una urgencia entre las organizaciones por mejorar este servicio. En ese contexto, hay un emprendimiento chileno de logística, el cual, mezclando tecnología y personalización en la implementación de sus soluciones, están reinventando la última milla.
Lo primero, ¿qué es la última milla?, es el nombre que recibe el proceso final de entregar el pedido de una tienda online a su comprador. Este paso, que transcurre desde que el paquete sale del último punto de distribución hasta que llega al lugar de entrega, es el último de toda la cadena de distribución y el más fundamental.
¿Qué hace Rayo en este contexto? Ellos trabajan con el destino -que puede ser un cliente final o también una sucursal de la misma firma que necesite reabastecimiento- y, adicionalmente, combinan la integración de todos los sistemas de acuerdo a las necesidades de quienes la contraten.
En Rayo desarrollan y hacen una consultoría uno-a-uno para entender los procesos de cada cliente y encontrar la forma de integrar la tecnología de Rayo a la del cliente o empresa. En este sentido, los avances que ofrecen contemplan el llevar el control total del estado de los pedidos, con ubicación en tiempo real de los encargos, pudiendo hacer supervisión de la ruta del repartidor -con reportes en vía correo electrónico, fotos, mensajes de texto o, incluso, llamadas virtuales.
Hasta el momento, tras dos años de vida, la empresa registra aproximadamente 1.000 despachos al día (sobre 20 mil al mes), con presencia en 16 ciudades de todo el país (Iquique, Antofagasta, Coquimbo, La Serena, Viña del Mar, Valparaíso, Rancagua, Curicó, Talca, Puerto Montt, Chillán, Concepción, Talcahuano, Temuco y en todas las comunas de la Región Metropolitana), y clientes como Sodexo, Transbank, BICE, Consorcio, Cruz Verde y Claro, entre otros.
Las mentes detrás de Rayo
Este proyecto, fue creado (y es liderado) por Juan Andrés Cabrera (36) y Martín Arancibia (37); ex gerente de marketing de Uber -miembro del equipo inicial de lanzamiento en Chile de Uber- y ex gerente de datos de Claro Chile.
Ellos se conocían de anteriores sinergias por las empresas en las que trabajaban y tras independizarse decidieron fusionar la “logística con despacho” con tecnología para crear Rayo, un courier formal -como lo definen ellos mismos- un “Chilexpress con tecnología customizable” y que cumple con opciones flexibles de envío de productos de telecomunicación, retail, insumos clínicos, industria financiera, entre otros.
“En Rayo no cobramos comisiones sobre la venta de los productos, porque no somos un marketplace. Junto con esto, gracias a la tecnología que hemos implementado, podemos dar seguimiento en tiempo real al despacho así cada cliente puede monitorear el estado de la entrega”, señaló Martín Arancibia, fundador de Rayo y agrega, “nuestro servicio responde a las necesidades de cualquier cliente final o sucursal que necesite reabastecimiento”.
Cabe destacar que Rayo ganó un fondo Semilla 2016, luego se adjudicaron el programa Scale Up de Corfo en 2018, mismo año desde el cual forman parte de Start-Up Chile. Junto con esto, mediante inversionistas ya han logrado levantar un total de USD 400 mil y han recibido el apoyo de Incubatec UFRO, Imagine Lab, y la aceleradora internacional Blue Box.