Casa Temperie: un invernadero habitable

CAJA LOS ANDES
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ENEL
NESTLÉ
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PEFC
Equipo de Casa Temperie

Una vivienda adaptada a las propiedades del invernadero es la innovación sustentable que 30 estudiantes de arquitectura e ingeniería de la Usach están desarrollando. Casa Temperie (que debe su nombre al control de la atmósfera) es una vivienda que pretender ser una alternativa para el ahorro energético y la optimización de recursos naturales para sus usuarios.

La iniciativa nace en la Escuela de Arquitectura con la intención de participar en la convocatoria que la ONG Ruta Solar y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo realizaron para las universidades del país. “El concurso va en directa relación con los lineamientos pedagógicos de la carrera de arquitectura. Es decir, problematizar una vivienda económica en un contexto de economía de recursos y establecer mecanismos para el diseño sustentable y ambientalmente confortable para los espacios de la vivienda”, declara el profesor de la Escuela de Arquitectura de la USACH, Rodrigo Aguilar.

“El concepto de invernadero siempre estuvo presente”, comenta Tamara Toledo, estudiante de 5to año de Arquitectura e integrante del proyecto. Las cualidades de este sistema para mantener el calor en invierno y ventilar el espacio en verano, es la estructura que los jóvenes instauraron en una vivienda ambientado para un grupo familiar de 4 personas.

Mecánica de Casa Temperie

La casa invernadero cuenta con tres estrategias sustentables: conservación de calor, tratamiento de aguas y control automático para ventilar el hogar haciendo partícipe al usuario. Para lograr estos tres ejes en la vivienda se escogió minuciosamente los materiales, sus inclinaciones y medidas. Por ejemplo, Héctor Castillo, estudiante de 5to año de Arquitectura e integrante del equipo, comenta la importancia del techo vidriado (que equivale a 1/3) de la vivienda, “se ocupa de captar toda la energía solar potencial. En invierno absorbe el 100% de la radiación entregando calor y luz al hogar”.

Para que este fenómeno no ocurra en verano se dispuso de una malla a 70 centímetros de separación con el techo para que este sea desplegado y de sombra al inmueble para enfriar las temperaturas. Para que el usuario ejecute la tarea,  “esta tela funciona con un mecanismo a través de rodillos y poleas que va permitir al usuario poder replegar en invierno para captar energía y conservar el calor y desplegarla en verano para poder sombrear”, explica Oscar Zapata, estudiante de Ingeniería en Climatización de la Usach.

Una de las cualidades de Casa Temperie es que cuenta con un émbolo, una habitación expansible que tiene como fin que la casa se agrande en verano para permitir la circulación de aire cruzada. Al haber menor masa de aire y necesitarse de mayor calefacción al interior, la casa se “achica”. Para efectuar esta expansión el inmueble cuenta con rieles y un sistema de manivela que permitirá el funcionamiento.

La altura de la vivienda también es importante para el flujo de aire. Está pensada para favorecer la masa de aire que circula. Por debajo hay pequeñas ventanas que permitirán que el aire frío entre a la casa, “como la dirección del viento generalmente en la zona metropolitana viene desde el sur y se dirige hacia el oriente, tenemos unas ventanas por la parte baja la cual va a recibir esa masa de aire frío desde el sur el cual va a pasar desde el humedal a bajar su temperatura y refrescar la casa”, sostiene Oscar.

Pensando en las altas temperaturas que se han producido en el último año y que de seguro aumentarán en los próximos, se han dispuesto de dos extractores para una ventilación forzada. Los ingenieros eléctricos están pensando en un mecanismo inteligente que haga funcionar automáticamente estos aparatos al llegar a 28° celsius la temperatura ambiente.

La optimización del recurso hídrico doméstico también está contemplado. Cuentan con un tratamiento de aguas grises provenientes del lava mano y lava platos. El agua que se capte servirá para humedecer un huerto instalado en el sector sur de la vivienda.

La selección de materiales también tienen un propósito. La casa será construida con acero modular galvanizado, debido a la conveniencia del costo y que es reciclable. El vidriado será doble y hermético. La tela a utilizar aún se está evaluando. También contará con paneles solares fotovoltaicos con una capacidad máxima de captación de energía de 3 kilowatts por bases del concurso, además de un termosifón para el agua sanitaria.

Considerando la actividad sísmica del país, el equipo Casa Temperie también consideraron esta arista para la construcción de la vivienda. Primero, la construcción se apoya en un perfil canal, tal como explica Almendra Rodríguez, estudiante de arquitectura de 5to año, “en el perfil canal el alma la comparten y resiste más que un perfil tubular en todas las estructuras de acero”.

Ilustración frontal Casa Temperie

También cuentan con un piso técnico abajo para colocar la estructura de la vivienda que pesa entre arquitectura y muebles cerca de 100 toneladas. Además, la vivienda está hecha para soportar vientos de hasta 35 kilómetros por hora.

Por las bases establecidas en la competencia, Casa Temperie está pensada para la zona central, aunque sus arquitectos e ingenieros sostienen que con unas leves modificaciones la vivienda estaría apta para otras regiones del país. Por ejemplo, Almendra sostiene que “la inclinación de la cubierta (que en modelo actual es de 33 grados) es por el hecho de que se necesitan más inclinación en el sur que en el norte por el hecho de la lluvia, porque sino se acumularía mucha lluvia en la parte superior”.

Las dimensiones del hogar están pensadas estratégicamente en la optimzación de los recursos. “Las dimensiones de la casa están moduladas por el largo del acero y cada cápsula mide 6×3 para que no hayan retazos y sea más eficiente”, sostiene Tamara.

La casa se divide en tres módulos y cuarto, que es el émbolo expandible, comenta Héctor. Con ello, para el proyecto se estipula un tope financiero de 20 millones para construcción de viviendas en competencia. Pensando en construcción masiva, la idea es que cada módulo sea construido en fábrica y luego sea trasladado en un camión para armar en el espacio definido. Esta metodología permitiría minimizar el costo al producir a gran escala. “La idea es industrializar la vivienda social”, sostiene Tamara.

Otra característica importante de Casa Temperie es que se busca que los usuarios sean partícipe de las ejecuciones de la vivienda. Como se ha mencionado, la casa cuenta con diversas estructuras cambiantes que necesitan de la comprensión de sus habitantes para su total optimización. “Pensamos que es interesante establecer los mecanismos para que el usuario pueda comprender a cabalidad de qué manera es posible transformar esta vivienda y de qué manera esa transformación ayuda a conservar mejor la energía al interior”, comenta el profesor Aguilar.

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