Cuando hablamos de Responsabilidad Social (RS), es casi inmediata la asociación de este concepto al de las corporaciones y/o en menor grado a las MyPymes. Sin embargo, en Latinoamérica son cada vez más los casos de emprendimientos conformados por una o dos personas que enmarcan el objeto de su negocio en el ámbito de la Responsabilidad Social.
Se piensa que el tamaño de una organización es directamente proporcional a su capacidad de implementación de la Responsabilidad Social, nuestra tesis es que no lo es, necesariamente, y explicaremos de manera sintética el por qué lo creemos:
La RS es un compromiso voluntario, que debe ser transversal a la organización. En una empresa de menos de cinco empleados es más sencillo transmitir las políticas, principios , códigos, valores y conductas a las personas que trabajan allí. Y lo más posible es que los mismos, hayan sido construidos con una participación muy activa por parte de estas personas que la integran, lo cual permite una verdadera “internalización de la cultura organizacional”.
La RS implica una responsabilidad con su público interno. No siempre es posible, en una organización de este tamaño, garantizar la estabilidad laboral, pero las acciones socialmente responsables deben ir dirigidas al pago de salarios justos, con seguridad social y salud ocupacional. Se pueden tener también ventajas a la hora de lograr una armonización entre lo laboral y lo familiar. La cercanía con cada uno de los empleados y sus familias, puede ser dirigida a una atención más personalizada de las necesidades dentro y fuera del trabajo. Así mismo, poco personal permite que los procedimientos, requeridos para garantizar un ambiente laboral adecuado, sean mejor controlados y tengan una retroalimentación por parte de los trabajadores.
La RS implica una obligación con los consumidores y clientes. No hay nadie que pueda estar más cerca del usuario final de un producto o servicio, que una organización de estas proporciones. No se requiere de costosos estudios, encuestas y demás para conocer los gustos, necesidades e inquietudes de sus clientes y recibir retroalimentación. Se puede tener un relacionamiento directo, una atención al cliente más humana y diferenciada, a la vez que se entrega un producto o servicio de calidad y ambientalmente amigable.
La RS implica un compromiso con el medio ambiente. Las organizaciones de este tipo, no solo pueden ser conscientes de su deber activo con el medio ambiente, sino que su tamaño les exige una utilización y reutilización de recursos de forma mesurada y sistemática. Cada uno de los miembros puede ser fácilmente implicado en una cultura e implementación de actividades en pro del medio ambiente.
Estás y otras más razones nos llevan a considerar que la implementación de la Responsabilidad Social no depende exclusivamente de los recursos económicos asignados, sino que se encuentra más ligada a otros aspectos tales como: voluntad y compromiso organizacional, innovación, creatividad y recursividad.
Columna: ¿Es posible la Responsabilidad Social en Empresas con menos de cinco empleados?. Por Clara Betancourt @SomosRSD