Con el propósito de aumentar la tasa de reciclaje de latas de aluminio en el país y darles una segunda vida con impacto económico, ambiental y social, el programa Mi Lata Vale se expande a Antofagasta y Concepción.
La iniciativa es impulsada por Kyklos, empresa B de cultura ambiental, en colaboración con Novelis, líder mundial en laminación y reciclaje de aluminio, y cuenta con el patrocinio de Metalum. Ambas ciudades fueron priorizadas por su alta generación de residuos y la presión que enfrentan sus rellenos sanitarios.
Un material con alto valor ambiental y social
Según el estudio Estadísticas del Reciclaje 2024, elaborado por Kyklos para ANIR y ReSimple, en Chile se generaron más de 41 mil toneladas de aluminio, pero solo un 30% fue valorizado, a pesar de que este material es 100% reciclable de manera infinita sin perder calidad. Además, reciclar latas permite ahorrar hasta 95% de energía y emisiones de CO₂ en comparación con la producción de aluminio primario.
Una red colaborativa en marcha
En Antofagasta y Concepción, Mi Lata Vale está desplegando pilotos que combinan cultura ambiental y logística. El programa suma a recicladores de base, cooperativas, condominios, universidades, restaurantes, bares, hoteles y locales comerciales, quienes reciben apoyo, infraestructura y herramientas para recuperar más volumen y asegurar que las latas lleguen a gestores autorizados.
“Lo más potente de Mi Lata Vale es que conecta a quienes consumen latas con quienes las recuperan, reconociendo el rol de los recicladores de base y generando beneficios para toda la comunidad”, destacó Antonia González, jefa del proyecto.
Desde la Cooperativa de Recicladores Bío Bío, su gerenta Iris Mardones Toledo señaló: “Estamos muy contentos de participar en este programa que nos conecta con nuevos puntos de generación de materiales, y sobre todo que nos visibiliza. Para nosotros es muy importante tener vínculos con empresas, instituciones y fundaciones, porque nos permite seguir aportando a la comunidad”.
Hacia un Chile sin latas en vertederos
Además de recuperar aluminio, Mi Lata Vale entrega kits de comunicación, trazabilidad e instancias de capacitación, fomentando una red nacional de impacto real. La meta es clara: que ninguna lata termine en un vertedero, sino que se convierta en nuevas oportunidades económicas, sociales y ambientales para el país.



