Mauricio Martínez de la Hoz es un joven agricultor de 33 años y tercera generación de una familia ligada a la producción lechera en Puerto Octay, Región de Los Lagos. Junto a sus padres y hermana, lidera Fundo La Chacra, una de las granjas lecheras cero emisiones piloto de Nestlé, que busca demostrar que la agricultura regenerativa es el camino para producir alimentos de forma más eficiente, resiliente y sostenible.
Una historia familiar ligada al campo
La tradición lechera de Fundo La Chacra se remonta a la colonización alemana de la zona, cuando la producción artesanal de mantequilla se transportaba en barcos a través del Lago Llanquihue. Hoy, el campo supera los 4 millones de litros de leche al año, manteniendo el espíritu familiar y un fuerte compromiso ambiental.
“Desde siempre mis padres tuvieron conciencia del cuidado del medio ambiente, ya fuera a través de la reforestación, el cuidado del suelo o la protección de la biodiversidad. Para nosotros fue natural sumarnos al proyecto granjas lecheras cero emisiones de Nestlé, porque muchas de las prácticas regenerativas ya estaban en nuestro ADN”, relata Mauricio Martínez.
Agricultura regenerativa en acción
En Fundo La Chacra, la sostenibilidad se vive en el día a día a través de prácticas concretas:
- Suelo vivo: cobertura vegetal permanente para evitar erosión.
- Praderas polifíticas: leguminosas que fijan nitrógeno y mejoran la fertilidad.
- Menor arado: reduciendo emisiones por liberación de carbono del suelo.
- Tecnología 24/7: collares que monitorean salud y reproducción del ganado.
- Fertilizantes orgánicos: aprovechamiento de purín y estiércol propio.
- Reforestación y conservación: áreas de bosque nativo que capturan carbono.
“Muchas veces se confunde agricultura regenerativa con agricultura orgánica. Para mí son cosas distintas. La agricultura regenerativa busca ser más eficiente, produciendo lo mismo o más, pero con menor impacto”, enfatiza Mauricio Martínez.
Producción lechera con bienestar animal
El campo maneja actualmente 500 vacas, con proyección de llegar a 800 este año. El ordeño se realiza dos veces al día y la leche es procesada en la planta de Nestlé en Cancura.
“El bienestar animal es central. Nuestro compromiso es darles las mejores condiciones de alimentación y salud. Si un animal sufre, debemos actuar rápido. El bienestar es clave para tener leche de buena calidad”, explica el agricultor.
Colaboración para avanzar
El proyecto NetZero cuenta con el apoyo de Nestlé y el INIA (Instituto de Investigaciones Agropecuarias). “El respaldo de Nestlé ha sido clave para financiar proyectos sostenibles. Y la experiencia del INIA es fundamental en el manejo del suelo y fertilización eficiente. Lamentablemente, falta más apoyo estatal a la investigación, porque instituciones como el INIA son estratégicas para el futuro del campo”, señala Mauricio.
Mirada al futuro
El gran desafío es alcanzar la carbono neutralidad en 2050, sin perder productividad.
“Debemos producir alimentos para una población mundial creciente. El reto es reducir químicos, pesticidas y antibióticos, avanzar en biocontroladores y aprovechar la genética animal sin caer en transgénicos. Lo más importante es demostrar que producir de forma sustentable también es más eficiente para la empresa”, concluye.
