Razones que limitan a chilenos para comprar autos eléctricos: desmintiendo mitos

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Antonia Carrillo
Antonia Carrillohttps://www.diariosustentable.com/
Antonia Carrillo. Periodista de la universidad Diego Portales. Me gusta andar en bicicleta y hacer yoga. Creo que la sustentabilidad es lo más importante para mejorar el sistema y el planeta. Por eso estudié periodismo: para dedicarme por completo a visibilizar las acciones necesarias para crear un mundo mejor y sustentable. En periodismo encontré la posibilidad de expresarme, de expandir mi visión sobre el tema que más me importa, el medio ambiente.
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Bencineras hay en todos lados, no son tan buenos o no permiten viajar lejos, son algunos de los argumentos que chilenos y chilenas dan al momento de elegir autos tradicionales por sobre autos eléctricos ¿Qué tan ciertos son? 

La industria de los autos eléctricos cada vez es mayor, transporte público, aplicaciones y grandes marcas de vehículos han anunciado ambiciosas metas respecto a la electromovilidad durante el segundo semestre del año. Esto ha motivado a personas a considerar comprar dicho tipo de vehículos.  

Sin embargo, una de las primeras razones de no inclinarse por autos libres de contaminantes, tiene que ver con la autonomía. Según datos de EVSY, plataforma de monitoreo de puntos de carga, Chile cuenta con cerca de 770 puntos de carga particulares a lo largo del país, lo que entrega tranquilidad si de disponibilidad se trata. 

Además de eso, son económicos. Un viaje de Arica a Punta Arenas (5.060km) de forma terrestre, representa un costo de $230.000 aproximadamente, cerca de un tercio de lo que costaría un auto de gasolina

Ahora bien ¿Es cierto que Chile aún no está preparado para ser recorrido por vehículos 100% eléctricos? “Hoy, con certeza, podemos decir que es falso. Los avances y la evolución de la industria ya nos entregan vehículos básicos con más de 300km de autonomía en promedio, y los de alta gama ya están alcanzando los 1000 km”, señala Pablo Maturana, CEO de EVSY.   

A pesar de ello, también existen desafíos: “la desventaja es tener que dedicar tiempo para detenerse y cargar, que en puntos rápidos, podría demorar entre 20 y 40 minutos por carga. Si el desplazamiento diario es inferior a los 250km, un vehículo eléctrico será siempre la mejor opción. Además, su mecánica al no tener la fricción con la que cuenta un vehículo de combustión fósil, resulta ser mucho más eficiente en mantención”, concluye el experto. 

Finalmente, la autonomía de cualquier auto eléctrico para el uso cotidiano es más que suficiente. Las empresas con flotas de reparto están apostando por ello,  porque conocen los beneficios, y pronto las personas seguirán sus pasos. 

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