Para el Dr. Héctor Jerónimo Carrasco del Grupo de Investigación en Química y Bioquímica Aplicada a la Biotecnología de la Universidad Autónoma de Chile, la química de productos naturales provenientes del océano no se ha desarrollado por una serie de inconvenientes que desmotivan al dedicarse a esta rama de la ciencia.
“La investigación de los ecosistemas marinos es de vital importancia para el desarrollo científico nacional» recalca el investigador de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. Héctor Carrasco, quien hace poco publicó un review sobre bioprospección de las costas del país que concluye que son muy pocas las especies marinas estudiadas en las costas chilenas a pesar de la gran extensión del territorio costero, y la diversidad de ambientes y climas asociados.
La bioprospección es el estudio dedicado al hallazgo de organismos y sustancias de origen natural que representen un beneficio para el ser humano y que pueden tener un valor comercial significativo en sectores como el industrial, alimentario, cosmético o farmacéutico.
Según el investigador “forma parte de una estrategia de conservación donde la generación de conocimiento sobre usos sostenibles de la biodiversidad se considera fundamental para crear conciencia sobre su valor y sobre la importancia de conservarla”.
Un área poco desarrollada en el país, los estudios que aparecen en la literatura científica principalmente se dan en algas, también hay sobre hongos e invertebrados marinos, en los que se han identificado una serie de compuestos químicos que podrían considerarse «interesantes».
Las algas que han sido estudiadas contienen una amplia gama de metabolitos secundarios con algunos rasgos estructurales que las hacen únicas y poco características. Hasta el momento y según el review se han aislado e identificado una amplia variedad estructural de productos naturales que incluyen terpenoides (monoterpenos, sesquiterpenos, diterpenos y meroterpenoides), furanonas y acetogeninas C15.
“Se trabaja preferentemente con algas, porque existe una mayor disponibilidad para conseguirlas. Al haber en mayor cantidad, se puede tener acceso a más material vegetal, lo que brinda mayores posibilidades de cara a una investigación determinada” complementa el Dr. Héctor Carrasco.
En este sentido, el tema de la disponibilidad es un punto significativo que ha limitado a los investigadores, «se necesita recolectar una gran cantidad de material para poder trabajar y obtener resultados significativos» señala quien también forma parte del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas de la Universidad Autónoma de Chile.
Según el científico, también influye, y quizás es lo más importante para entender la escasa cantidad de estudios, es que se está frente a un proceso extremadamente lento que comienza con la recolección en sitios de difícil acceso, «lo que implica arriendo de botes, equipo de buceo, entre otros materiales. Esto genera un costo adicional, que no siempre se puede cubrir por parte del investigador» complementa.
Y agrega: “una vez que se cuenta con el material vegetal, viene el proceso de obtención de los extractos, que implica normalmente el tratamiento de estos con mezcla hidroalcohólica o agua, esto a fin de separar distintas fracciones donde se encuentran los compuestos químicos de interés”.
Posteriormente, para saber si estos productos tienen algún interés científico se procede a realizar pruebas de actividad biológica, normalmente antifúngica, antibacteriana o antitumoral.
“Una vez que se determina algún extracto interesante, viene el proceso de separación, purificación e identificación de los diversos compuestos químicos que podrían estar presentes”, relata el Dr. Héctor Carrasco.
Para esto se procede a relacionar técnicas de purificación cromatográfica, así como técnicas espectroscópicas (RMN; UV, IR, y otras) un proceso largo que, como explica el investigador, puede demorar un par de años, hasta llegar a algún compuesto específico que tenga alguna actividad biológica que sea de interés.
Además, está el problema de rendimiento, ya que lo normal es que el producto purificado esté en el rango del 1 al 2% respecto del material vegetal de partida seco. En palabras más simples, a partir de 5Kg de alga recolectada se pueden obtener del orden de 10 a 200mg.
Complicaciones que han llevado a que los químicos buisquen otras áreas donde se obtienen resultados más rápidos y que requieren menores costos asociados, dejando abierta la posibilidad a futuros investigadores para el desarrollo e identificación de nuevos metabolitos con actividades biológicas de interés.
“Pero para eso es necesario que el gobierno chileno este más atento a la sobreexplotación de nuestros recursos y a la generación de áreas marinas protegidas, que se rijan bajo las normas de la bioprospección”, finaliza el Dr. Héctor Carrasco.
Arrieche D, Carrasco H, Olea AF, Espinoza L, San-Martín A, Taborga L. Secondary Metabolites Isolated from Chilean Marine Algae: A Review. Mar Drugs. 2022;20(5):337. Published 2022 May 23. https://doi.org/10.3390/md20050337