Colección de ponchos y ruanas tejidos con fibra de Alpaca hilada 100% a mano, es lo nuevo que trae Fundación Artesanías de Chile

Suscríbete Fondos Concursables
Diario Sustentable
Diario Sustentablehttps://www.diariosustentable.com/
Contamos historias que merecen crecer. Pensamos diferente y elegimos creer en las personas, comunidades y organizaciones, las grandes y las que están empezando ahora en la mesa de un café, pero que van a cambiar el mundo.
ENELspot_img
BELÉN EDUCA
NESTLÉ
++BETTER
PEFC

A través de elementos de diseño con guiños contemporáneos, la colección de Fundación Artesanías de Chile busca mantener vivo un oficio milenario, reflejo de la riqueza cultural de la zona andina de nuestro país.

En medio de la soledad del altiplano chileno, un puñado de artesanas aymara mantiene viva una milenaria tradición: hilar la fibra de alpaca a mano. El oficio consiste en convertir el vellón de sus alpacas en hilo, sin más ayuda que su puska -como se dice en aymara al huso de madera- y la danza virtuosa de sus manos.

Hilar es parte del sistema de vida de las mujeres que viven en el altiplano, donde el día a día lo define la crianza de los animales: las alpacas y llamas. Es el caso de Brígida Chura Flores (65 años) quien vive en Chislluma, un caserío ubicado a los pies de volcán Tacora, a 4200 metros sobre el nivel del mar. Su casa está a solo un par de kilómetros de la frontera con Bolivia, en la Región de Arica y Parinacota. Allí, todos los días Brígida se levanta a las 8 de la mañana, sale de su casa acompañada de su perro Peluchín y un bolso donde lleva su puska, hojas de coca para evitar el mal de alturas y algo de comer. Abre el corral donde cría 80 alpacas, cada una decorada con borlas y pompones en sus orejas, la marca que ponen en el altiplano a sus animales para reconocerlos a la distancia. Pero si no lo llevaran, dice Brígida, igual reconocería a los suyos. “Uno los sabe conocer por los ojitos, por su pelo, por su carita”, dice. Con ellas sale a andar por las alturas, donde camina por horas. Mientras las alpacas comen en los bofedales, Brígida toma su bolso, saca su puskay vellón y se pone a hilar. Así, hasta que llega el atardecer y vuelve a su casa.

Ese saber hacer, el de hilar mientras camina por el altiplano, es el oficio que Artesanías de Chile está empeñada en revalorizar, para incentivar que las artesanas aymara mantengan vivo el arte de la hiladura que, por lo demoroso y mal pagado, muchas han dejado de hacer.

Por eso, el Área de Diseño y Desarrollo de Productos de Artesanías de Chile -implementada en 2019 y encabezada por la reconocida diseñadora chilena Gabriela Farías Zurita- acaba de lanzar una nueva línea de Ruanas y Ponchos de alpaca que incorpora elementos de diseño y busca crear diálogos con la artesanía, bajo una mirada sustentable de la moda y respetuosa con el patrimonio cultural. Está compuesta por tres ponchos, dos ruanas y tres bufandas, piezas tejidas en telar de dos y cuatro pedales.

En esta colección participaron el taller de la artesana Anjela Mamani, quien trabaja con sus hijos Sonia y Timoteo Brañez Mamani; la artesana Alejandra Challapa y su hija Darlyn Carlos y las artesanas Roxana Castro, Luzmira Mamani y Teodora Mamani. Puedes encontrar todas las piezas de la colección en www.artesaniasdechile.cl

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

×