Reciclar y valorizar (residuos) más allá de lo conocido

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José Ignacio Parada, CEO de BioElements.

Si se le pregunta a cualquier persona por su definición de reciclaje, es probable que responda algo asociado al de tipo mecánico, tal vez el más conocido de todos. El que trocea grandes cantidades de material post consumo, como las botellas de plástico o cartones, para luego introducirlas en máquinas que posteriormente se integrarían nuevamente a la cadena de producción. Eso sí, con poca claridad de cuánto material reciclado es realmente transformado en nuevos productos.

Si bien este tipo de reciclaje es importante, porque involucra e incorpora paradigmas de sustentabilidad, reutilización y conciencia por el entorno, no es el único y tampoco es suficiente. Desde el punto de vista de la cantidad, la Asociación Gremial de Industriales del Plástico de Chile (ASIPLA) indica que en nuestro país se recicla el 8,5% de los plásticos totales, es decir, solo 83 mil toneladas de las casi 990.000 anuales. El panorama no es muy distinto con el papel, material que además adquiere niveles nocivos de metales pesados bajo el mismo proceso.

Es por esto que es necesario analizar otras alternativas que demuestran que, en estas materias, hay más de una solución. Una de ellas es el reciclaje orgánico, que aprovecha el proceso natural de descomposición de hojas, excrementos, alimentos y seres vivos, para incorporarlos nuevamente en el ciclo de vida, perdiendo su masa en el medio ambiente y no conglomerándose en basurales o vertederos. Sin ir muy lejos, el Ministerio de Medio Ambiente lanzó el año pasado la “Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos” (ENRO), una iniciativa que busca subir las actuales cifras de este transcurso connatural de aquí a 2040, subiendo del presente 1% a un 66% para dicho año.

Ahora bien, mientras avanzamos en esta estrategia, en la ley REP y otras, miles de toneladas de material orgánico, papeles, cartones, plásticos y vidrio siguen llegando a nuestros vertederos y rellenos sanitarios. ¿No sería interesante también impulsar que dichos residuos fuesen también biodegradables en estas condiciones?

Es importante incorporar en nuestra cultura el hecho de que todos somos responsables de lograr un mundo sin basura. Sin embargo, es un desafío enorme y por el que debemos considerar todas las alternativas que nos acerquen al objetivo. En ello la economía circular juega un rol clave, pues nos hace conocer el panorama de insumos y herramientas para lograrla y al mismo tiempo, cuestionarnos sobre el tipo de materialidad que estamos empleando en los productos, donde la biodegradación puede también ser una gran opción para resolver esta gestión. Es un problema de tal magnitud que es imposible de resolver con una sola opción.

Todo tipo de reciclaje, ya sea mecánico, orgánico o de otro tipo, contribuye para una sociedad más consciente de su ecología, de los estragos del cambio climático y de la crisis hídrica. Lo importante es que no se asuma una sola verdad en cuanto a la efectividad de estos procesos y evitemos considerar todo como desperdicio porque, como ya vimos, incluso la misma naturaleza sabe que no es así.

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