A casi una década de su publicación, la Ley 20.920, conocida como Ley REP, avanza hacia una implementación cada vez más exigente y fiscalizada. Este marco regula la gestión de residuos y establece la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) para seis productos prioritarios: neumáticos, envases y embalajes, aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos, pilas y baterías.
La normativa obliga a fabricantes e importadores a organizar y financiar la recolección, transporte y valorización de los residuos generados por los productos que ponen en el mercado. El objetivo es claro: impulsar la economía circular y reducir la presión sobre los ecosistemas, promoviendo una gestión responsable en toda la cadena productiva.
Tres decretos vigentes que ya están cambiando el panorama productivo
El avance regulatorio se ha concretado a través de decretos que establecen metas y obligaciones específicas, siendo los siguientes los ya publicados y vigentes:
1. Decreto Supremo 8 – Neumáticos (2021)
Define metas de recolección y valorización crecientes, además de obligaciones para fabricantes e importadores. Busca reducir el impacto ambiental de los neumáticos fuera de uso e impulsar modelos de reciclaje, recauchaje y valorización energética.
2. Decreto Supremo 12 – Envases y Embalajes (2021)
Regula a productores e importadores de envases de papel/cartón, plástico, metal, vidrio y compuestos. Exige:
- Registro y reporte de envases puestos en el mercado.
- Financiamiento o participación en sistemas de gestión.
- Diseño para reciclabilidad, reutilización y reducción.
Este decreto ha movilizado a miles de empresas a actualizar inventarios, adhesión a sistemas de gestión y rediseño de packaging.
3. Decreto Supremo 47 – Aceites Lubricantes (2024)
El más reciente. Establece obligaciones para la recolección, tratamiento y valorización de aceites lubricantes usados provenientes de vehículos, maquinarias y equipos industriales. Requiere sistemas de trazabilidad y manejo seguro para evitar derrames y contaminación de suelos y aguas.
Obligaciones clave para las empresas
Las organizaciones que participan en cualquier etapa de la cadena de productos prioritarios deben:
- Cuantificar correctamente los residuos generados.
- Adherirse y financiar un Sistema de Gestión (cuando corresponda).
- Asegurar la disposición final adecuada o valorización progresiva.
- Reportar anualmente en el RETC.
- Cumplir metas de reciclaje/valorización y estándares de diseño.
El incumplimiento puede derivar en multas, sanciones de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) e incluso en trabas para la operación futura.
Una implementación compleja con desafíos crecientes
La puesta en marcha progresiva de los decretos y el avance hacia sistemas de gestión más exigentes ha generado desafíos para empresas grandes y pymes:
- Dificultad para identificar correctamente obligaciones aplicables.
- Falta de sistemas internos de medición y trazabilidad.
- Desconocimiento de metas y plazos.
- Necesidad de adaptar procesos logísticos y de almacenamiento.
- Presión para implementar criterios de ecodiseño.
“La Ley REP exige que las empresas evolucionen desde una gestión reactiva a una gestión estratégica del residuo. No basta con disponer: hay que medir, reportar y valorizar”, explican desde Better Consultores.
¿Cómo puede apoyar Better a las empresas?
Better Consultores, especialistas en cumplimiento ambiental, acompaña a las organizaciones en todo el ciclo REP, desde el diagnóstico hasta la ejecución del plan de acción.
1. Identificación y actualización de requisitos legales
- Determinación precisa de las obligaciones aplicables según actividad, producto y volumen.
- Revisión continua de cambios normativos publicados por el Ministerio del Medio Ambiente.
2. Evaluaciones y auditorías internas
Better realiza auditorías para identificar brechas entre lo que exige la normativa vigente y lo que la empresa tiene implementado hoy.
3. Diseño de planes de acción para cumplimiento
Incluye:
- Estrategias para cuantificación de residuos.
- Recomendaciones para adhesión a sistemas de gestión.
- Planes de valorización progresiva.
- Protocolos para almacenamiento, transporte y disposición final.
- Capacitación interna para equipos operativos y de sostenibilidad.
4. Acompañamiento continuo
“El cumplimiento ambiental no es un hito, es un proceso continuo”, destacan desde Better. Por ello ofrecen seguimiento permanente para asegurar que cada empresa avance conforme a los plazos establecidos en cada decreto.
Hacia una economía circular más exigente
La implementación de la Ley REP está acelerando la transición hacia un modelo más sostenible, donde el diseño, la trazabilidad y la valorización de residuos se convierten en pilares estratégicos.
Desde Better Consultores concluyen: “Las empresas que se preparan hoy no solo cumplen la ley: mejoran su competitividad y reducen riesgos futuros. El desafío es grande, pero con una gestión adecuada, es también una oportunidad para transformar la manera en que producimos y consumimos en Chile”.
