Acceder a financiamiento público puede marcar un antes y un después para un emprendimiento, pero hacerlo bien requiere estrategia, claridad y preparación.
En Chile, Corfo es la institución clave para quienes buscan impulsar ideas innovadoras, aunque no todos lo logran. Cada año, miles de postulaciones quedan fuera por no cumplir requisitos o por fallas en la presentación.
Para entender cómo enfrentar este proceso, conversamos con Sebastián Arias, subgerente de Financiamiento Temprano de la Gerencia de Emprendimiento de Corfo, y con Nicolás Jara, CEO y cofundador de alfondo.cl, plataforma de educación financiera que ya ha pasado por distintos programas de la institución.
1- Elegir el instrumento correcto: la ruta según Corfo
Sebastián Arias explica que el apoyo de Corfo no es uniforme, sino que responde a una lógica escalonada y estratégica, diseñada para acompañar el crecimiento de los proyectos desde sus primeras ideas hasta su consolidación comercial. “Buscamos proyectos con un carácter innovador y dinámico, pero eso no significa necesariamente tecnológico”, aclara. La clave, dice, es que el emprendimiento tenga un elemento diferenciador que le permita crecer con rapidez.
Según el subgerente Financiamiento Temprano, la elección del fondo debe hacerse según la etapa real del negocio. Si la idea aún no genera ventas, el camino es Semilla Inicia; si ya existen clientes o validación comercial, la opción es Expande; y para quienes buscan internacionalizar o atraer inversión privada, el paso siguiente es Escalamiento.

2- Leer las bases (de verdad)
Uno de los errores más frecuentes es no revisar en detalle las bases del concurso. Arias advierte que una gran cantidad de postulaciones queda fuera por razones administrativas, antes incluso de ser evaluadas. “El principal motivo de rechazo es la inadmisibilidad, y eso se puede evitar leyendo y cumpliendo los requisitos formales”, comenta.
Desde su experiencia, Nicolás Jara, CEO y cofundador de alfondo.cl, refuerza la idea. “Cuando postulamos la primera vez, nos dimos cuenta de que muchas personas quedaban fuera solo por no cumplir aspectos básicos. Había una estadística que decía que el 80% de los proyectos no pasaba ni a evaluación”.
Más allá del papeleo, ambos coinciden en que postular bien exige tiempo y comprensión del proceso. Para eso, Corfo ofrece guías, webinars y charlas como Postula Bien, donde se explican los criterios de evaluación y las expectativas del jurado.
3- Presentar una propuesta concreta y validada
A la hora de evaluar, los proyectos más sólidos son los que muestran claridad y evidencia. Arias comenta que muchos postulantes pierden puntos por explicaciones vagas o demasiado genéricas. “Cuando no se entregan datos concretos del problema que se busca resolver o del mercado, se pierde la oportunidad de ser evaluado en su real mérito”, afirma.
Jara complementa que llegar con algo más que una idea marca la diferencia. En su caso, alfondo.cl postuló mostrando avances y primeras validaciones. “Tener un prototipo o ventas iniciales demuestra que hay interés real del mercado y que la solución funciona”, explica.
La experiencia del equipo también pesa. Según Arias, los evaluadores valoran la complementariedad y la experiencia previa de quienes están detrás del proyecto. No se trata solo de títulos, sino de mostrar por qué ese grupo es capaz de ejecutar la propuesta.
4- La disciplina después del financiamiento
Obtener un fondo es solo el comienzo. Los recursos de Corfo no son un salvavidas, sino una oportunidad que exige organización y seguimiento. El subgerente de Financiamiento Temprano de la Gerencia de Emprendimiento de Corfo recuerda que los procesos administrativos pueden tomar tiempo, por lo que es fundamental mantener la operación del negocio mientras se concretan los pagos.
“El emprendedor debe seguir avanzando, no puede quedarse detenido esperando el dinero”, señala. Por eso, Corfo pone énfasis en la rendición responsable y en el acompañamiento a través de incubadoras y aceleradoras.
A medida que el proyecto crece, también cambia la exigencia. Formalizar procesos, documentar gastos y cumplir con los hitos comprometidos es parte de profesionalizar el negocio.
5- Formalizar para crecer
Para Jara, la formalización fue un punto de inflexión. “Constituir la empresa nos abrió la puerta a fondos más grandes y a inversionistas”, comenta. En su experiencia, tener estructura y orden contable no solo facilita las rendiciones, sino que da una señal de seriedad frente al ecosistema.
Ese mismo proceso, agrega Arias, prepara a los emprendedores para el siguiente paso que es atraer inversión privada. “Hay un punto en el que ya se transforma en una empresa, y es importante asumir ese rol con visión de largo plazo”, dice.
6- Más que un fondo: un aprendizaje continuo
Postular a Corfo no es solo una oportunidad para conseguir financiamiento, sino también una forma de aprender sobre estrategia, gestión y validación. “El emprendedor tiene que asumir un rol de agente de aprendizaje”, resume Arias.
Superar la barrera del 80% de inadmisibilidad no depende únicamente de tener una buena idea, sino de prepararse, entender el proceso y construir una propuesta sólida. Porque, como coinciden Arias y Jara, el verdadero éxito no está solo en adjudicar el fondo, sino en todo lo que se aprende en el camino.



