Un estudio de la Universidad Católica, con apoyo de la Achs, advierte que el fenómeno afecta a todos los grupos etarios, impacta con mayor fuerza a las mujeres y expone brechas entre sectores productivos.
Las olas de calor están incrementando de manera significativa el riesgo de accidentes laborales en el país. Así lo revela un estudio de la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica (Dictuc), que detectó un aumento del 19% en la probabilidad de sufrir un accidente laboral en días con temperaturas de 35 °C, en comparación con jornadas de 20 °C.
La investigación, liderada por Yasna Palmeiro y financiada por la Achs a través del Fondo de Investigación e Innovación en Seguridad y Salud en el Trabajo de la SUSESO, analizó los siniestros ocurridos entre 2015 y 2020. Según el estudio, el 6% del total de los accidentes laborales registrados en ese período, cerca de 38.700 casos, se asocia a la exposición al calor extremo.
“El objetivo de este estudio fue determinar el riesgo laboral asociado al calor extremo en diversos rubros, identificando los factores que lo determinan y los elementos mínimos que deben contener los planes de acción para evitar consecuencias negativas en la salud de las personas expuestas”, explicó Palmeiro.
La académica detalló que la evidencia confirma que el calor es un factor de riesgo crítico y dinámico, lo que obliga a adaptar la gestión preventiva a las nuevas condiciones climáticas del país, especialmente considerando que las medidas frente al frío se encuentran más consolidadas.
Brechas por género, territorio y sector
El análisis muestra que el aumento del riesgo afecta transversalmente a todas las edades, con incrementos de entre 4% y 9%, sin diferencias significativas por grupo etario. No obstante, el estudio sí identifica brechas por género, con una mayor vulnerabilidad de las mujeres frente a las altas temperaturas.
A nivel nacional, el riesgo promedio de accidentabilidad aumenta un 6% incluso en días que no alcanzan los 35 °C, dependiendo de la climatología local de cada comuna. En términos geográficos, el fenómeno se observa en todo el país, con mayor sensibilidad en las zonas centro y sur, lo que sugiere menores niveles de aclimatación y una menor implementación histórica de medidas preventivas.
“Este estudio confirma que el calor extremo es un riesgo laboral emergente que no afecta a todas las personas por igual”, señaló Isabel Contrucci, directora de Estudios de la Achs, quien destacó la importancia de la evidencia científica para fortalecer la prevención y diseñar estrategias diferenciadas.
Sectores más expuestos y prevención
Por actividad económica, los rubros de agricultura, forestal y pesca concentran el mayor impacto, con un 17% más de riesgo de accidentabilidad durante episodios de calor extremo. Les siguen el sector público (9%) y industria, construcción y minería (5%). En contraste, el sector comercio no registró variaciones significativas.
Desde Achs Seguro Laboral, Héctor González, jefe de servicios preventivos, recalcó que “las olas de calor son una realidad ante la cual podemos mitigar efectos con medidas concretas que salvan vidas”.
Entre las principales recomendaciones, mencionó el acceso a agua fresca, zonas de descanso con sombra o climatización, adaptación de horarios y una adecuada hidratación, junto con el uso de bloqueador solar y ropa adecuada. Ante síntomas como dolor de cabeza, náuseas o desorientación, enfatizó la necesidad de detener la actividad y buscar atención médica.



