La iniciativa apunta a generar valor agregado y reducir el impacto ambiental, articulando la participación de la academia, la industria y la comunidad.
El proyecto, impulsado por la Escuela de Ingeniería Química y el Centro de Minería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), busca transformar depósitos mineros considerados desechos en recursos útiles para la elaboración de adoquines, palmetas, ladrillos y otros materiales de construcción.
Bajo el nombre “Reutilización de relaves para la elaboración de productos de construcción”, la propuesta es liderada por Jaime Morales, director del Centro de Minería PUCV. El proyecto, financiado por el Fondo Regional para la Productividad y el Desarrollo 2025 del Gobierno Regional de Valparaíso, cobra especial relevancia en un país donde se generan cientos de millones de toneladas de relaves al año, cifra que sigue creciendo junto con la actividad minera.
Esta situación se enmarca dentro del Plan de Minería 2050, que busca consolidar la industria chilena como líder en sostenibilidad al integrar aspectos económicos, sociales y ambientales.
“El Ministerio de Minería tiene como meta alcanzar residuos mineros cero para 2050. Nuestra iniciativa encaja en esa estrategia, reutilizando un pasivo ambiental como los relaves y transformándolos en materiales útiles para la comunidad”, explica Morales.
Investigación aplicada y participación estudiantil
Actualmente, el proyecto se encuentra en su etapa inicial, enfocada en neutralizar los relaves provenientes de distintos depósitos de la región. Posteriormente, se avanzará hacia la producción de materiales base para mobiliario urbano, gracias a convenios con empresas mineras locales.
Estudiantes del último año de Ingeniería Civil Metalúrgica de la PUCV participan activamente en esta fase. Matías Llanos detalla que “hasta ahora nos hemos centrado en el análisis integral del proyecto y el diseño metodológico. Pronto iniciaremos las pruebas experimentales que validarán nuestras propuestas”.
Por su parte, Constanza Pérez agrega que “evaluamos las características de estos depósitos, considerados desechos, para darles una nueva vida dentro de un modelo de economía circular. Nuestra labor incluye la caracterización de relaves, ensayos de laboratorio y análisis de sus propiedades, además de estimar el impacto ambiental y social de esta innovación”.
Innovación y colaboración con la comunidad
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la integración de la comunidad. Gracias a un convenio con la Municipalidad de Nogales, la localidad participa en la fabricación de ladrillos en el liceo de la comuna. “Buscamos que la comunidad entienda que estos materiales, que hoy son pasivos ambientales nocivos, pueden manejarse adecuadamente y volverse inocuos. La colaboración entre academia, industria y municipios es una de las grandes innovaciones de este proyecto”, señala Morales.
El académico enfatiza que la experiencia y conocimiento de la PUCV son fundamentales para analizar y transformar relaves en un recurso valioso, aportando tanto al ámbito económico como al medioambiental. Para los estudiantes, la participación es una oportunidad de vincular su formación con los desafíos reales de la minería chilena y generar conocimiento transferible a la industria, al mismo tiempo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad.
“Valorar los relaves permitirá no solo reducir impactos ambientales, sino también ofrecer soluciones que beneficien a las comunidades, transformando un pasivo en un recurso con valor agregado”, concluye Llanos.
