¿La inteligencia artificial será una aliada o una amenaza en el trabajo del futuro? Esta pregunta resuena cada vez con más fuerza en empresas, universidades y hogares. Y aunque la respuesta no es sencilla, un nuevo estudio global de ADP Research Institute ayuda a iluminar el camino.
La investigación, que encuestó a más de 38.000 trabajadores en seis continentes, revela una verdad profunda: la llegada de la IA no solo es un cambio tecnológico, sino también emocional. Para muchos, representa la posibilidad de automatizar tareas, ganar eficiencia y enfocarse en lo que realmente importa. Pero también activa preguntas sobre el futuro del empleo, el bienestar y la preparación de las personas para adaptarse.
Una foto global del cambio… y el caso de Chile
El informe “Personas en el Trabajo 2025: Inteligencia Artificial” muestra que los sentimientos frente a la IA son tan diversos como los trabajadores mismos. A nivel mundial, el 50% cree que esta tecnología impactará positivamente su trabajo, aunque un 27% también siente temor de ser reemplazado. En Chile, esa esperanza baja al 16%, siendo la más baja en América Latina. Aun así, solo el 9% teme perder su empleo por la IA, y otro 9% no sabe cómo esta tecnología influirá en su día a día.
Esta aparente contradicción, esperanza y miedo conviviendo en una misma persona, habla de un proceso de transformación profundo. No se trata solo de saber usar nuevas herramientas, sino de prepararse emocionalmente para convivir con ellas.
“El impacto de la IA no es solo un cambio tecnológico; es un cambio emocional para los trabajadores de todo el mundo”, señala Karem Fonseca, Gerente de Recursos Humanos en ADP Latam. “Los empleadores que acompañen este proceso, entregando formación y contención, serán los que construyan una fuerza laboral más resiliente y preparada para el futuro”.
Sectores, generaciones y territorios: ¿quiénes lideran el cambio?
Los trabajadores del conocimiento —como ingenieros, académicos o desarrolladores— son quienes muestran mayor optimismo sobre la IA… pero también quienes más temen ser reemplazados. En sectores como tecnología, finanzas e información, la expectativa de impacto positivo supera el 30%, aunque la incertidumbre también es alta.
Por el contrario, en industrias basadas en la interacción humana, como salud o asistencia social, prevalece la cautela. Aquí, la empatía, el trato directo y el juicio humano siguen siendo insustituibles.
La edad también marca una diferencia. Los trabajadores más jóvenes, especialmente entre 18 y 39 años, son los más entusiastas… y también los más preocupados. Mientras tanto, quienes están cerca del retiro sienten que la IA tendrá poco impacto en sus carreras, mostrando más distancia emocional frente al tema.
En términos regionales, Medio Oriente y África lideran la percepción positiva (27%), mientras que en Europa predomina el escepticismo (11%). En Japón y Suecia, el entusiasmo es especialmente bajo, con apenas 4% y 6% respectivamente.
Prepararse es clave: más capacitación, menos miedo
El estudio también muestra una relación clara entre incertidumbre, estrés y búsqueda de empleo. Entre quienes creen que la IA podría reemplazarlos, el 30% está activamente buscando un nuevo trabajo, más del doble que quienes no lo creen. Esta situación refleja una urgencia: formar, capacitar y acompañar a las personas para que se sientan parte del cambio.
Y es aquí donde las empresas juegan un rol fundamental.
“Capacitar a los equipos en el uso de herramientas de IA no solo es una estrategia de productividad: es una inversión en confianza, bienestar y empleabilidad”, agrega Fonseca.
¿Y ahora qué? Oportunidad de anticiparse y construir confianza
El estudio de ADP Research nos invita a mirar la IA no solo como una herramienta, sino como una oportunidad para repensar el mundo laboral desde la colaboración, la empatía y la preparación. La tecnología avanza rápido, pero el verdadero desafío está en acompañar a las personas en el proceso.
Porque cuando hablamos del futuro del trabajo, no estamos hablando solo de algoritmos, sino de personas.
Puedes descargar el informe completo en: www.adpresearch.com



