En alianza con Scotiabank, la iniciativa logró recuperar 170.000 colillas de cigarro en 12 ciudades del país, demostrando el poder de la colaboración para enfrentar una de las formas de contaminación más invisibles.
Con una última jornada de limpieza en las calles de Valparaíso, Fundación Mapeko y Scotiabank dieron cierre a un ambicioso proyecto nacional de recolección y reciclaje de colillas de cigarro, logrando recuperar más de 170.000 unidades de este residuo altamente contaminante. La cifra equivale a la prevención de contaminación de más de 85 millones de litros de agua —cantidad similar al consumo diario de toda la población de la Región de Antofagasta.
La campaña se desplegó durante casi un año en 12 ciudades capitales del país, incluyendo Antofagasta, Temuco, Santiago, Concepción y Puerto Montt. Las brigadas voluntarias, entre las que participaron activamente colaboradores del banco, recorrieron calles, plazas y espacios públicos recolectando colillas e informando sobre su impacto ambiental.
Cada colilla de cigarro puede demorar más de una década en degradarse y contaminar hasta 500 litros de agua con sus componentes tóxicos. Pese a ello, siguen siendo uno de los residuos más desechados en la vía pública y menos abordados por las políticas de gestión de residuos.
Una alianza con propósito
“Estamos orgullosos del impacto alcanzado y de la enorme participación de la comunidad, que permitió superar ampliamente la meta que nos propusimos. Este proyecto demuestra que la colaboración entre empresas y organizaciones puede lograr transformaciones concretas”, señaló Tomás Prado, presidente de Fundación Mapeko.
La iniciativa forma parte del programa ScotiaINSPIRA, que impulsa Scotiabank en América Latina para promover la sostenibilidad ambiental, social y económica. “Este proyecto refleja el compromiso de nuestro programa con la protección del medioambiente y la generación de valor para las comunidades. Queremos agradecer a cada persona que se sumó, porque gracias a su compromiso hoy podemos cerrar esta etapa con resultados muy concretos”, destacó Ana Luisa Bahamondes, Manager de Sostenibilidad de Scotiabank Chile.
Las colillas recolectadas fueron enviadas a IMEKO, empresa especializada en el reciclaje de este tipo de residuos, donde fueron sometidas a un tratamiento químico que permite recuperar su contenido plástico y transformarlo en nuevos productos sustentables. Como símbolo del proceso circular, los voluntarios recibieron llaveros fabricados a partir del material reciclado.
