Por Paola Quiroga Olivares, Dir. Nacional (Country Chair) de Ecocivilización Chile.
Ad portas de cerrar el ciclo 2025, los/as invito a generar una pausa necesaria para revisar lo avanzado y proyectar el camino hacia el futuro. En Ecocivilización, nuestra brújula ha sido clara: actuar como facilitadores de espacios para visibilizar, educar, compartir y aprender de otros, impulsando la colaboración radical como el motor fundamental de nuestra sociedad.
En este camino, un pilar fundamental ha sido nuestro equipo, ya que en Ecocivilización Chile generamos instancias de valor mediante el compromiso y los voluntariados activos de nuestros miembros, en los tiempos que cada uno pueda, aportando desde su talento al bien común.
2025: El año de la validación y ejecución territorial Iniciamos este periodo con un hito que proyectó nuestra labor al mundo: fuimos ponentes en la VI Conferencia por el Equilibrio del Mundo en El Palacio de Convenciones de La Habana, Cuba. En esta instancia, visibilizamos iniciativas chilenas colaborativas que promueven el buen uso del agua y suelo, como Buena Cabra, Desafío Levantemos Chile y Symbiótica, demostrando que en Chile se están generando soluciones con impacto real que es fundamental hacer resonar globalmente.
Es importante también aplaudir el liderazgo chileno reciente con la representación de nuestro país en la COP30, donde se volvió a demostrar que, a pesar de nuestra geografía, somos gigantes en ambición climática y diplomacia ambiental, inspirando la ruta que hoy seguimos.
Bajo este norte, en ‘Ecocivilización en Acción’ manifestamos que la sostenibilidad real no reside en estrategias aisladas, sino en la ejecución territorial y en alianzas multisectoriales que impacten positivamente en la calidad de vida de las personas.
Gobernanza, Finanzas Éticas y el Valor de lo Duradero En el ámbito de la gobernanza, como Ecocivilización Chile tuvimos el honor de participar en un hito en el marco del Octavo Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible de la CEPAL: la creación de la “Declaración de Santiago – Visión Chile 2045”, plasmando una hoja de ruta para co-construir una sociedad justa, sostenible e innovadora.
Entendiendo que el dinero es una herramienta de transformación, priorizamos la transferencia de conocimientos sobre inversión de impacto. En colaboración con la Banca Ética (Fundación BELAT), organizamos un encuentro con Joan Melé para conversar sobre la humanización de la economía. Y en este contexto, contamos con la invitación de nuestro Denim Partner, Gerardo Wijnant, al panel “El dinero como herramienta de transformación consciente” en Radio Agricultura, profundizando en la urgencia de potenciar inversiones que generen un triple impacto real.
Bajo esta premisa de acción, participamos como jurado en la premiación “Súper Capas” a emprendedoras sustentables, realizada por ADN Radio a cargo de su Academia de Emprendedores, una instancia enmarcada en el “Runway Fashion Design Santiago, 2025″. Asimismo, junto a la Universidad Andrés Bello, el Centro Ideactiva y @daleunavuelta, impulsamos el Desfile de Moda Circular en el mes de la sostenibilidad. Ambas iniciativas demostraron que reparar y reutilizar son actos revolucionarios, transformando la educación entretenida y dinámica en una herramienta práctica de circularidad.
Horizonte 2026: Si el 2025 fue el año de poner “manos a la obra”, el 2026 continúa el camino y se presenta como el escenario para la consolidación estratégica de la regeneración. Un ejemplo práctico es adoptar la “Guía para la buena gestión del recurso hídrico”, liderada por empresas de Pacto Global Chile, en donde se impulsa el concepto de Agua Positiva; una invitación a liderar una transformación regenerativa que permita a las empresas devolver a las cuencas y comunidades más agua de la que extraen.
Citando a Hermann Von Mühlenbrock, en los reconocimientos Conecta 2025: “La sostenibilidad no es un costo, es una ventaja competitiva… nos recuerda que las empresas tenemos un rol insustituible en la construcción de un futuro más sostenible y próspero para Chile”. Con esa convicción, en Ecocivilización damos la bienvenida al 2026. El bien común se construye en la intersección entre el conocimiento, la ética y la ejecución de múltiples actores comprometidos que ya están haciendo que las cosas buenas sucedan.
El próximo año, nos desafía a escalar nuestro impacto y transformar la intención en resultados tangibles para Chile. Bajo esta convicción, en Ecocivilización estamos abriendo espacios para establecer alianzas estratégicas con organizaciones y marcas ciudadanas que busquen liderar la agenda de impacto positivo 2026.
Invitamos a los/as líderes que comparten este propósito a co-crear con nosotros las instancias de colaboración que marcarán el próximo ciclo, impulsando juntos una cultura regenerativa que trascienda lo corporativo y resuene en el bienestar de nuestro territorio.
