La mitad de los hogares chilenos destina una parte significativa de sus ingresos al pago de deudas. En este contexto, la educación financiera emerge como una herramienta esencial para promover decisiones informadas y sostenibles.
El reciente informe de la Encuesta Financiera de Hogares 2024, publicado por el Banco Central de Chile, entregó una radiografía preocupante sobre el estado financiero de las familias chilenas: el 51% de los hogares mantiene algún tipo de deuda, y en promedio destinan el 26% de sus ingresos mensuales al pago de compromisos financieros.
Además, el estudio reveló que la mitad de los hogares vive con menos de $1.168.760 al mes, y que los hogares unipersonales —personas que viven solas— aumentaron del 14% al 25% en solo cinco años. Estas cifras reflejan una realidad en la que el acceso a productos financieros ha crecido, pero sin un acompañamiento suficiente en educación y planificación económica.
Más acceso, menos comprensión
El informe del Banco Central advierte que, aunque más personas acceden a instrumentos financieros, no siempre comprenden su funcionamiento o los riesgos asociados. En Chile, la propiedad de vehículos ya supera la de viviendas, y el uso del crédito se ha masificado, pero sin necesariamente traducirse en un mejor manejo del dinero o en bienestar financiero.
En este contexto, la educación financiera se consolida como una herramienta estratégica para prevenir el sobreendeudamiento, fomentar el ahorro y fortalecer la toma de decisiones informadas.
Si bien existen esfuerzos públicos en esta materia, el rol del sector privado ha cobrado especial relevancia, generando programas e iniciativas que acercan los conceptos financieros de forma práctica y accesible para distintas generaciones.
Educación financiera para todas las etapas de la vida
Scotiabank Chile se ha posicionado como uno de los principales actores en la promoción de la educación financiera en el país, a través de programas que combinan el aprendizaje con el juego, el deporte y la experiencia directa.
A continuación, algunas de sus iniciativas más destacadas:
Creamos Futuro: programa que enseña educación financiera en colegios mediante el juego FinanCity, una simulación que recrea la administración de un hogar. En 2024 benefició a más de 340 personas y contó con la participación de 50 voluntarios en regiones como Antofagasta, Ñuble, Maule, Biobío y Metropolitana. Fue reconocido con el Premio de Oro en Sostenibilidad y Responsabilidad Social en Fintech Americas Miami 2025.
La Liga de la Vida: torneo de fútbol infantil que integra dinámicas sobre presupuesto, ahorro y toma de decisiones económicas, usando el deporte como herramienta de aprendizaje colectivo.
Sucursal en KidZania: espacio donde niños y niñas aprenden cómo funciona un banco, cómo abrir una cuenta y la importancia del ahorro, reforzando la educación financiera a través del juego.
Nunca es Tarde: programa dirigido a personas mayores, desarrollado junto a ABIF y la FEN de la Universidad de Chile, que entrega talleres gratuitos sobre planificación financiera, medios de pago y PGU. Desde 2024, más de 110 colaboradores voluntarios de Scotiabank han participado en sesiones que beneficiaron a más de 400 personas mayores en comunas como Ñuñoa, Renca, Lo Barnechea y Providencia.
Además, el equipo de Global Transaction Banking de Scotiabank ha impartido clases de educación financiera para adultos mayores en Temuco, Pudahuel y Lo Espejo, beneficiando a 58 participantes y movilizando a más de 55 voluntarios comprometidos con el propósito.
