SOCIALMENTE, el nuevo podcast de la Comunidad de Organizaciones Solidarias en colaboración con Diario Sustentable debutó con una conversación imperdible: Hans Rosenkrantz, director ejecutivo de la Comunidad dialoga con Matías Chaparro, socio y director de Asuntos Públicos de Criteria, sobre confianza, representación y el rol clave que cumple hoy la sociedad civil en Chile.
La confianza se ha convertido en uno de los conceptos más relevantes —y escurridizos— del Chile actual. En un contexto de polarización, crisis de representación y desafección ciudadana, ¿cómo reconstruir vínculos entre las instituciones, la sociedad civil y las personas?
Esa fue la pregunta central del nuevo capítulo del podcast colaborativo entre Diario Sustentable y la Comunidad de Organizaciones Solidarias, conducido por Hans Rosenkrantz, director ejecutivo de la Comunidad, junto a Matías Chaparro, socio y director de Asuntos Públicos de Criteria.
“La confianza hoy es una variable madre. Ya no se trata solo de reputación o imagen: es el criterio que define la legitimidad de una organización para existir”, señaló Chaparro, al reflexionar sobre la evolución del concepto en los estudios de opinión pública.
De la reputación a la confianza: un cambio estructural
Durante la conversación, Chaparro explicó que en los últimos años las empresas y organizaciones han dejado de preocuparse únicamente por su imagen o prestigio, y han comenzado a enfocarse en la confianza como eje de sostenibilidad.
“Antes, a una empresa le preocupaba vender más o ampliar su mercado. Hoy, el riesgo es no tener legitimidad social para operar. Eso es lo que conocemos como licencia social, y ahí la confianza es clave”, explicó.
Este cambio, dijo, marcó un punto de inflexión a partir de crisis como la del sistema de AFP o los cuestionamientos a industrias productivas. “Cuando el problema ya no es cuánto vendo, sino si me van a dejar funcionar, la confianza se vuelve el centro”, añadió.
La sociedad civil y su desafío de visibilidad
Uno de los temas más profundos del episodio fue el rol de la sociedad civil organizada y la dificultad que enfrenta para ser percibida como una categoría sólida ante la ciudadanía.
“En Chile, a diferencia de otros países, la sociedad civil no está constituida como categoría. La gente conoce a Teletón, a Desafío Levantemos Chile o a Bomberos, pero no necesariamente los agrupa bajo una misma idea de sociedad civil”, comentó Chaparro.
Esta falta de “marca colectiva”, advierte, genera una pérdida de energía comunicacional y simbólica. “Cada vez que hay emergencias o grandes crisis, las organizaciones de la sociedad civil hacen una labor enorme, pero como la categoría no existe, su impacto se disipa y no se capitaliza en confianza institucional”, reflexionó.
Confianza, representación y esperanza ciudadana
Hans Rosenkrantz, por su parte, abordó la crisis de representación como una consecuencia directa de la desconfianza, recordando que “las personas sienten que nadie los representa, ni en lo político ni en lo local”.
Chaparro coincidió: “Los políticos lo han hecho mal por desconexión, no necesariamente por corrupción. Los temas que ellos discuten no son los temas que le importan a la gente. Eso erosiona la posibilidad misma de representación”.
Aun así, ambos coincidieron en que hay ejemplos inspiradores de organizaciones ciudadanas que sí logran representar y transformar. Rosenkrantz destacó casos como ONCOMAMÁ, un grupo de madres de niños con cáncer que logró incidencia legislativa, o las familias de niños con alergia alimentaria, que impulsaron la Ley de Acceso Universal a la Leche.
“Esas experiencias demuestran que la participación puede mover estructuras. Pero mientras no exista una categoría visible que las agrupe, quedan como anécdotas y no como parte de un relato colectivo”, apuntó Chaparro.
El rol de los medios y el valor de contar lo que sí funciona
Otro punto clave de la conversación fue el papel de los medios de comunicación en visibilizar el aporte de las organizaciones sociales.
“La precarización del periodismo hace que cubrir experiencias inspiradoras sea más difícil. Mostrar historias positivas requiere tiempo y recursos. Por eso, muchas veces lo que vemos en los medios es lo más fácil de cubrir: la política tradicional y sus conflictos”, explicó Chaparro.
Rosenkrantz coincidió, planteando que dar visibilidad a las historias que sí generan cambio es esencial para reconstruir la confianza.
“Contar lo que sí se puede hacer, las historias de quienes logran cambios, es fundamental para recuperar la fe en lo público y en la participación ciudadana”, concluyó.
Una invitación a repensar la confianza
El episodio cerró con una invitación a repensar la confianza como activo social y cultural, más allá de las instituciones.
“La confianza no se decreta: se construye todos los días. Y las organizaciones sociales tienen un rol clave en esa reconstrucción, porque están donde el Estado y el mercado no llegan”, destacó Rosenkrantz.
