Desde de Better Consultores advierten que más del 90% del impacto climático de una empresa puede estar fuera de su control directo y llaman a priorizar medición, proveedores sostenibles y transporte bajo en emisiones.
Las empresas chilenas avanzan cada vez más en la medición y gestión de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, según los profesionales de Better Consultores, aún existe un punto ciego que puede distorsionar la evaluación real del impacto ambiental: las emisiones indirectas, conocidas como alcance 2 y alcance 3 del Protocolo GHG.
“La mayoría de las organizaciones se concentra en sus emisiones directas porque son las más visibles y fáciles de controlar. Pero en muchas industrias, las emisiones indirectas representan más del 90% del total”, explica el equipo de especialistas de Better.
Estas emisiones incluyen desde la energía eléctrica comprada hasta el transporte contratado, la producción de materias primas, los residuos y el uso de los productos vendidos. Y aunque ocurren fuera de la infraestructura directa de la empresa, son consecuencia directa de sus decisiones operacionales y estratégicas.
¿Qué son las emisiones indirectas y por qué importan?
La huella de carbono contabiliza los GEI emitidos de forma directa e indirecta por una organización. Dentro de las emisiones indirectas se distinguen:
- Alcance 2: emisiones asociadas a la generación de la energía eléctrica adquirida.
- Alcance 3: emisiones derivadas de la cadena de valor completa: proveedores, logística, viajes de negocio, uso del producto, disposición final, entre otros.
“Si no medimos el alcance 3, estamos viendo solo una fracción de la verdadera huella climática”, señalan desde Better Consultores. Ignorarlas puede llevar a diagnósticos incompletos y estrategias que no apuntan al origen real de los impactos.
¿De dónde provienen estas emisiones?
Los profesionales de Better identifican las principales fuentes:
- Producción de insumos y materias primas
- Transporte y distribución contratada
- Consumo eléctrico
- Uso y fin de vida de los productos
- Gestión de residuos
En palabras de Better Consultores: “La operación visible de una empresa es solo la punta del iceberg. Su impacto climático está mayoritariamente en la cadena de suministro y en cómo se usan y descartan sus productos”.
Por qué las empresas deben actuar ahora
Better Consultores destaca tres impactos clave de gestionar las emisiones indirectas:
1. Impacto ambiental
La reducción de estas emisiones contribuye directamente a mitigar el cambio climático.
2. Reputación y confianza
“Trabajar con proveedores sostenibles y mejorar la logística no solo reduce emisiones: también fortalece la imagen corporativa”, afirman.
3. Competitividad y costos
Eficiencia energética, transporte optimizado y menos residuos pueden traducirse en ahorros relevantes y evitar sanciones futuras.
Estrategias clave para reducir las emisiones indirectas
Los especialistas de Better Consultores recomiendan un enfoque gradual pero riguroso:
1. Medición y análisis
Identificar fuentes, recopilar datos y cuantificar emisiones del alcance 2 y 3.
“Sin datos, no hay estrategia climática posible”, enfatizan.
2. Gestión de proveedores
- Priorizar proveedores con políticas de reducción de emisiones
- Favorecer proveedores locales
- Colaborar para mejorar eficiencia energética y procesos
3. Eficiencia energética interna
Implementar sistemas de gestión energética en oficinas, plantas y centros logísticos.
4. Transporte y logística sostenibles
- Fomentar flotas eléctricas o híbridas
- Optimizar rutas
- Preferir modos de transporte con menor huella, como el tren
5. Economía circular y diseño de productos
- Reducir residuos
- Diseñar productos duraderos, reutilizables o reciclables
- Considerar eficiencia energética durante el uso
6. Cultura interna y formación
“La reducción de emisiones no se logra solo con tecnología. Se necesita educación, KPIs claros y una cultura corporativa que tome decisiones responsables”, explican.
Conclusión: el alcance 3 ya no es opcional
Las emisiones indirectas representan el mayor desafío y, al mismo tiempo, la mayor oportunidad para las empresas que buscan reducir su impacto y alinearse con estándares internacionales de sostenibilidad.
El equipo de Better Consultores lo resume así: “Gestionar las emisiones indirectas no es solo un requisito climático: es una ventaja competitiva que permite construir empresas más responsables, eficientes y preparadas para el futuro”.



