Por Martín Palacio, Gerente de People & Culture, Arcos Dorados Chile
Los jóvenes de hoy no solo representan el futuro: ya están impactando el presente laboral. Sin embargo, su acceso al primer empleo formal sigue enfrentando barreras estructurales. Según el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE), durante el trimestre mayo – julio de 2025, la tasa de desocupación juvenil (15-29 años) alcanzó el 16,4 %, casi el doble del promedio nacional (8,7 %).
Estas cifras evidencian que los jóvenes siguen siendo los más afectados por la informalidad (casi un 30 % de los empleos juveniles) y por un mercado laboral que exige experiencia, incluso para quienes buscan su primer trabajo. Obtener una primera oportunidad laboral es un paso clave: permite adquirir habilidades, establecer redes profesionales y sentar las bases de una trayectoria profesional sostenible.
En Arcos Dorados Chile hemos asumido este desafío como parte de nuestra identidad, bajo nuestra estrategia socioambiental Receta del Futuro. Más del 70 % de nuestros colaboradores son jóvenes de entre 18 y 24 años y, para un 56 % de ellos, McDonald’s representa su primer empleo formal. A la fecha, se han entregado más de 11.280 oportunidades de inclusión laboral y capacitación a jóvenes en los más de 118 restaurantes donde McDonald’s está presente en Chile. Estas cifras nos enorgullecen, pero sobre todo nos comprometen a seguir trabajando para generar experiencias que trasciendan lo laboral y se conviertan en espacios de desarrollo personal y profesional.
El primer empleo es mucho más que un contrato. Es un espacio de formación en habilidades blandas y técnicas, de aprendizaje sobre trabajo en equipo, responsabilidad y liderazgo. Por eso hemos diseñado un modelo de empleo flexible que permite a los jóvenes compatibilizar su educación con el trabajo, facilitando que no tengan que elegir entre estudiar o desarrollarse laboralmente. Además, contamos con McCampus, nuestra plataforma online que cuenta con más de 30 cursos en innovación, tecnología y liderazgo, que fortalece las competencias necesarias para enfrentar el futuro del trabajo.
Cerrar la brecha de empleo juvenil requiere una acción coordinada: políticas que incentiven la contratación sin experiencia, alianzas público-privadas y estrategias que reconozcan el potencial de cada joven más allá de su currículum. Invertir en la empleabilidad juvenil es invertir en el desarrollo del país, y cada joven que accede a su primer empleo formal contribuye a un círculo de crecimiento y oportunidades sostenibles.



