La Cámara de Comercio de Santiago (CCS), que agrupa a más de 2.400 empresas de los sectores más relevantes del país, está impulsando con fuerza la incorporación de la sostenibilidad como parte esencial de la estrategia empresarial. Para reflexionar sobre este desafío, Climatech Chile conversó con Natascha Avaria Borges da Gama, jefa de Sostenibilidad de la CCS, ingeniera comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez, con un magíster en Gestión Estratégica con mención en Sostenibilidad y siete años de experiencia en la articulación de proyectos vinculados a economía circular, descarbonización y cadenas de suministro responsables.
“La sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad estratégica y una oportunidad de negocio. Las empresas que aún no han optimizado sus procesos con tecnología están perdiendo una ventaja competitiva fundamental en el mercado actual”, enfatiza Avaria.
El estado de la sostenibilidad en Chile
Según la ejecutiva, las empresas chilenas han avanzado en la incorporación de prácticas sostenibles, aunque aún enfrentan desafíos significativos. “Existe un creciente interés impulsado por consumidores, inversionistas y regulaciones gubernamentales. Sin embargo, en muchos casos las iniciativas siguen siendo aisladas y no forman parte de una estrategia integral que abarque la cadena de valor completa”, explica.
Avaria destaca que las grandes corporaciones y multinacionales son las que más han avanzado, mientras que las pymes enfrentan mayores barreras por falta de recursos o capacidades técnicas. Una de las tendencias más claras es el aumento en la publicación de reportes de sostenibilidad y ASG, impulsado por la presión regulatoria y por la necesidad de demostrar hechos concretos más que compromisos futuros.
De gasto a estrategia de negocio
En conjunto con Climatech Chile, la CCS organizó el pitch “Optimización y eficiencia de los procesos de sostenibilidad”, donde startups presentaron soluciones tecnológicas a integrantes del Comité de Sostenibilidad.
Para Avaria, este tipo de instancias marcan la diferencia: “Cuando las iniciativas sostenibles son eficientes y medibles, dejan de ser percibidas como un gasto para convertirse en una estrategia de negocio integral. Esto no solo reduce costos y riesgos, sino que también asegura la resiliencia y genera valor en el largo plazo”.
La ejecutiva resalta que cada vez más inversionistas priorizan empresas con criterios ASG y que la medición de progresos es clave para acceder a financiamiento verde e incentivos fiscales. Además, introduce una nueva métrica emergente: las emisiones de Alcance 4, que no miden emisiones propias ni de la cadena de valor, sino aquellas que una empresa ayuda a evitar gracias a sus productos o servicios.
Principales barreras y el rol de la tecnología
Entre los obstáculos que identifican las empresas socias de la CCS destacan:
- Falta de liderazgo y convicción en los Directorios sobre la importancia de ASG.
- Recursos humanos y capacidades técnicas limitadas.
- Enfoque excesivo en el cumplimiento regulatorio.
- Dificultad de demostrar con cifras el retorno financiero de integrar la sostenibilidad.
Aquí es donde la tecnología y las startups cumplen un papel fundamental: “La innovación es el motor clave que permite optimizar procesos, medir impactos y hacer que la sostenibilidad sea más accesible y escalable”, afirma Avaria.
Conexión entre gremios, startups y grandes empresas
La CCS ha fortalecido su rol como articulador entre diferentes actores. Uno de sus hitos recientes fue la creación de StartCCS, una categoría exclusiva para startups. Además, promueven desafíos de innovación, instancias de networking, misiones comerciales y espacios de colaboración a través de comités especializados.
“El camino hacia la sostenibilidad no se puede recorrer en solitario. La sinergia entre gremios, startups y grandes corporaciones acelera la adopción de tecnologías climáticas y fortalece el ecosistema de innovación en Chile”, comenta.
Mensaje final a las empresas
Para Natascha Avaria, la adopción de tecnologías climáticas en las cadenas de valor no es solo conveniente, sino imprescindible: “La sostenibilidad es un factor diferenciador frente al consumidor y un requisito creciente en procesos de licitación en sectores como minería y energía. Incorporar estándares sostenibles y tecnología ya no es solo un plus, es lo que marcará la diferencia entre quienes logran ser competitivos en el largo plazo y quienes se quedan atrás”.
