“Integrity Project”de Kimberly-Clark instala principios de ética, integridad, transparencia y excelencia organizacional en cadena de valor

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Integrity Proyect
Kimberly-Clark presentó una nueva edición de su programa Integrity Project centrado en la ética e integridad en las empresas.

Con motivo de su programa “Integrity Project”, Kimberly-Clark, ha asumido el desafío de acompañar y guiar a su cadena de valor pautas recíprocas de ética e integridad, transparencia y principios de excelencia organizacional.

En la nueva edición se profundiza cinco áreas temáticas: Qué es la Etica, Qué es ser Libre, Qué son los Valores, Cómo es nuestro Equipo y Cómo contribuir al Mundo, entregando un amplio panorama sobre los esfuerzos que se deben realizar para generar ámbitos de trabajo donde “hacer lo correcto” no esté en discusión.

De la mano de Paola Delbosco, Doctora en Filosofía por la Universitá degli Studi di Roma “La Sapienza”, Kimberly-Clark, realizó además de una guía, un e-learning que fue compartido con todos sus proveedores y clientes pymes.

“Somos una empresa con valores que definen nuestras operaciones y nos permiten desarrollarnos con integridad y altos estándares de calidad y respeto. Esos mismos principios son los que queremos trasladar a nuestros socios, partners y a toda nuestra cadena de valor”, explicó Fernando Hofmann, director de Asuntos Corporativos y Legales de Kimberly-Clark Región LAO-Austral.

Delbosco define en la guía a la ética, “como el estudio de la conducta humana en orden a su fin último, la felicidad”. Y comenta que en está definición se encuentra un camino el cual seguir, donde no debería por qué haber detractores: “Todas las personas quieren ser felices, y si se propone un camino de felicidad, no debería haber opositores. Es así que las empresas deben velar por ello para generar estas conductas aceptadas como “correctas” o “buenas”, que no sólo generen motivación y empoderamiento de sus colaboradores, sino también tengan un impacto en la comunidad”, aseguró Delbosco.

La experta, también destaca la importancia de entender la diversidad cultural como un aporte para la solución de problemas, enseñando a respetar y a valorar los distintos modos de actuar y tener en cuenta que siempre es posible ponerse de acuerdo respecto de principios y valores éticos a pesar de las diferencias.

Como el olor a pan

La guía enfatiza la importancia de la trascendencia del entorno en la conducta ética de las personas: el entorno facilita o entorpece la conducta ética de los individuos y de los grupos, en la oficina, en el taller o en otros espacios. Según se detalla la nueva edición, el clima interno mejora casi de inmediato en las empresas cuando se ven medidas centradas en el bien de las personas y de sus relaciones; y resulta también un buen programa para la sociedad, porque entornos éticamente estimulantes mejoran el mundo. “Es como el olor a pan cerca de las panaderías, un olor agradable que promete felicidad y nos hace más buenos, porque la felicidad parece estar cerca” expresó Delbosco.

Kimberly-Clark continúa en la búsqueda de originar cambios visibles en la sociedad y el ambiente, avanzando de manera sostenible en la forma de hacer negocios. Y mediante un trabajo en conjunto con una cadena de valores también sustentable con proveedores que compartan la misma visión y objetivos, y para quienes progresar día a día sea también una prioridad.

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