Las 5 medidas propuestas por el Consejo de Innovación: Cómo ponerle el cascabel al gato de la I+D+i

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En la entrega de la Nueva Estrategia de Innovación a la Presidenta Michelle Bachelet, Gonzalo Rivas, presidente del CNID, propuso banda ancha de Visviri a Cabo de Hornos, financiamiento colectivo de I+D+i por sectores empresariales, inversión obligatoria de los ministerios, elección de retos nacionales y CTI para todas las escuelas.

Sólo una de las propuestas podría inyectarle al sistema más de 700 millones de dólares en I+D+i, sin que el Estado ponga un peso. La Presidenta Michelle Bachelet valoró “el coraje y la voluntad de las medidas” y ya instruyó a los ministerios de Economía, Hacienda y Educación para empezar a trabajar con el CNID en tres de ellas.

La estrategia parte de una revisión crítica de 25 años de la política de ciencia e innovación del país y fue diseñada por un grupo representativo de todas las miradas económicas, políticas, ambientales y sociales del país. “Gracias al acuerdo alcanzado, estas propuestas tienen grandes posibilidades de éxito”, declaró Gonzalo Rivas, presidente del CNID.

Cinco medidas concretas para fomentar la investigación, el desarrollo y la innovación en Chile de aquí al 2030, propuso esta mañana el presidente del Consejo Nacional de Innovación para el desarrollo, Gonzalo Rivas, en la entrega de la nueva estrategia preparada durante dos años por los consejeros del organismo.

Estas son: banda ancha para todo el país, un impuesto voluntario para que las empresas financien colectivamente I+D, recursos obligatorios de los ministerios para I+D, la elección de retos nacionales para el desarrollo y programas de Ciencias, Tecnologías e Innovación (CTI) para todas las escuelas.

Constituyendo el principal legado de esta administración del CNID, la nueva Estrategia de Innovación marca un pacto inédito entre sectores y también entrega una mirada no complaciente a lo que ha sido su propia historia, según explica Rivas: “Nuestro diagnóstico es que, como país, no hemos logrado sostener políticas de mediano y largo plazo, en parte porque como Consejo no conseguimos el consenso necesario en el pasado. Ahora partimos por preguntarnos: ¿por qué si todo el mundo declara que este tema es importante, no logramos avanzar? Y pudimos identificar dos bloqueos. El primero tiene que ver con las discrepancias ideológicas entre derecha e izquierda sobre el rol que debe o no jugar el Estado y la política pública, en la selección de áreas de producción a fomentar, o dejar que sea el mercado el que decida. El segundo obstáculo era la disputa sobre el rol que deben jugar ciencia, tecnología e innovación en la sociedad, con los economistas por un lado y los investigadores por otro”, explicó Rivas.

Para lograr superar esos bloqueos, el actual Consejo consideró en su composición un equilibrio tanto político como de miradas de desarrollo, incorporando al mundo de la ciencias, humanidades, lo social, la sustentabilidad ambiental, de modo que la estrategia propuesta pudiera efectivamente plasmarse en políticas de largo plazo. Así, fueron convocadas personas tan diversas como Carlos Alvarez, Luis Asenjo, Claudia Bobadilla, Pamela Chávez, Margarita D’Etigny, Juan Carlos de La Llera, Alvaro Fischer, Gonzalo Herrera, Rodrigo Jordán, Servet Martínez, Patricio Meller, Juan Rada, Bárbara Saavedra, Cristóbal Undurraga y Gonzalo Vargas.

Desde esta variada composición y de la invitación al diálogo a múltiples actores se llegó a una Estrategia que ya cuenta con un amplio respaldo, lo que se refleja en las opiniones que ya han vertido personas como Andrés Couve, Sonia Pérez, Alejandra Mustakis, Klaus Schmidt-Hebbel, Juan Claro y Carlos Montes.

Durante la ceremonia de entrega del informe, la Presidenta Michelle Bachelet valoró el trabajo: “Lo que aquí vemos es el resultado de un diálogo comprometido, con propuestas que se sustentan en un trabajo serio. Y algo más: muchas de las propuestas están basadas en la voluntad y el coraje de hacer las preguntas correctas. No preguntas retóricas -de esas hemos tenido de sobra-; preguntas, a veces incómodas, que debemos plantearnos explícitamente para no desperdiciar oportunidades críticas.

Porque es fundamental que asimilemos una premisa central: lo que logremos en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación depende de cuánto estamos dispuestos a cambiar, incluso a sacrificar; cuánto queremos invertir en esfuerzos, recursos, en vencer resistencias”.

Las 5 medidas

Las propuestas apuntan a expandir las capacidades de los distintos sectores de la sociedad para hacer frente a estos desafíos, pero con claridad del contexto económico en el que estamos: “Sabemos el nivel de compromisos financieros que tiene el Estado hacia el futuro. En consecuencia, simplemente decir que ‘hay que’ invertir más plata en ciencia, tecnología e innovación no soluciona nada, porque sabemos que las arcas fiscales están sumamente comprometidas por los próximos cuatro años, al menos. Entonces, era fundamental tratar de detectar mecanismos novedosos y distintos que permitieran solventar estas actividades”, sostuvo Rivas.

Propuesta 1: Retos nacionales para el desarrollo
Concordar un procedimiento que –incorporando las preocupaciones de las personas– permita seleccionar grandes desafíos país (resiliencia ante desastres naturales, energía solar, por ejemplo) donde la CTI pueda hacer una contribución relevante con un horizonte de al menos diez años.

Propuesta 2: Juntas de inversión empresariales para I+D+i sectorial.
Establecer una contribución para realizar I+D+i en torno a los desafíos colectivos de un sector económico, bajo la conducción y administración de las empresas del sector organizadas para esto.

Propuesta 3: CTI para un Estado que comprende y se anticipa.
Destinar un porcentaje del gasto total de cada ministerio para el financiamiento de la I+D+i, que responda a desafíos de largo plazo y temas de relevancia pública, concordados transversalmente.

Propuesta 4: Banda ancha y Estado digital desde Visviri a Cabo de Hornos.
Promover una amplia digitalización de los servicios que realiza el Estado, de forma que se generen condiciones de infraestructura digital que permita el intenso despliegue de las redes y su aprovechamiento por parte de las pymes y la ciudadanía.

Propuesta 5: Ciencia, tecnología e innovación en el corazón de las escuelas.
Llevar en 5 años la CTI a todas las escuelas y liceos públicos de Chile, a través de espacios de encuentro y codiseño entre los mundos de las ciencias y la educación.

Crecimiento + Sustentabilidad + Inclusión Social = Desarrollo

¿Por qué es necesario que el país se reúna en torno a un gran pacto nacional por hacer de las ciencias, las tecnologías y la innovación una pieza fundamental en el desarrollo? Según el presidente del CNID, porque ya no es posible crecer sin hacerse cargo de la sustentabilidad y la convivencia social. Y la innovación, la ciencia y la tecnología permiten dar respuesta a ese desafío. Explica: “En Europa, por ejemplo, el sector que más ha crecido en los últimos 15 años es el de las tecnologías verdes. El que más empleos e ingresos ha generado y a la vez tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Esa integralidad de desarrollo es necesaria porque ya se bloquean muchos de los proyectos que los inversionistas quieren hacer por temas ambientales y también por las demandas de integración, inclusión y mejor convivencia social, que se expresan cotidianamente. Entonces no es casualidad que Chile tenga una cartera de inversiones de 50 mil millones de dólares paralizada. Quiere decir que hemos sido incapaces de dar cuenta de este nuevo escenario en el cual tanto el mundo de la empresa como el Estado tienen que hacerse cargo de que las cosas hay que hacerlas diferentes. Porque obviamente la gente quiere más bienestar material, pero en un marco de sustentabilidad ambiental real y de inclusividad y mejor convivencia social. Ese es el desafío”.

La buena noticia es que el trabajo realizado incluyó a varios ministerios, cuyos titulares fueron llamados ya por la propia Presidenta Bachelet a dar prioridad en sus carteras a las propuestas del CNID:

“Respecto de los grandes retos nacionales solicitaré al ministro de Economía que incorpore esta interesante forma de abordar nuestras posibilidades de desarrollo en el marco del proceso de revisión del Fondo de Inversiones Estratégicas actualmente en curso con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Sobre la propuesta de establecer una contribución obligatoria, le pediré al ministro de Hacienda levantar una mesa de trabajo para analizar esta propuesta, naturalmente en diálogo con los actores privados y de la sociedad civil. En cuanto a la idea de llevar la CTI con mucha más fuerza a nuestras escuelas, y que comparto plenamente, solicitaré a la ministra de Educación que integre formalmente esta experiencia en sus programas. Aunque este es un sector particularmente recargado, se trata de una iniciativa factible, porque puede albergarse en los nuevos servicios locales de educación. De este modo, el proceso de escalamiento podría avanzar con los territorios de anticipación”, detalló la mandataria.

De hecho, la medida relacionada con las escuelas –que lleva a los científicos para co-crear con los profesores material educativo de ciencia y tecnología- ya se está desarrollando como piloto en Los Ríos y San Joaquín con el apoyo del Mineduc, Conicyt, Explora, Corfo, y otras instituciones como la Universidad de Chile, la Universidad Católica y la Usach. También el posible impuesto para que las empresas se reúnan para financiar I+D+i ha sido ya discutido con tributaristas y con los propios gremios, que se han mostrado ya muy disponibles a aportar.

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